Un nuevo caso de feminicidio ha conmocionado a Colombia. Liyen Moncada Cubides, una joven de tan solo 15 años, fue brutalmente asesinada a balazos por su padrastro, Elver Pineda, en la madrugada del sábado 26 de octubre en Santander. El crimen, motivado por una discusión luego de que la adolescente no llegara a dormir a casa la noche anterior, ha desatado una ola de indignación y exige justicia.
Según las primeras investigaciones, Liyen Moncada Cubides habría pasado la noche en casa de familiares. Al regresar a su hogar, fue confrontada por Elver Pineda, quien, cegado por la ira, desenfundó un arma y le disparó a quemarropa. La joven, quien había denunciado a su padrastro por abuso sexual en repetidas ocasiones durante los últimos cinco años, no pudo defenderse.
La valentía de Liyen al denunciar los abusos había generado esperanzas de un futuro libre de violencia. Sin embargo, su testimonio no fue suficiente para protegerla. Este trágico suceso pone en evidencia la gravedad de la violencia de género y la urgencia de implementar medidas efectivas para prevenir y sancionar estos crímenes.
En un giro inesperado, Elver Pineda fue encontrado sin vida este domingo en Landázuri, Santander. El presunto asesino se habría quitado la vida colgándose de una cuerda. Aunque su muerte no repara el daño causado, plantea interrogantes sobre las circunstancias que lo llevaron a tomar esta decisión.
La muerte de Liyen Moncada Cubides es una pérdida irreparable para su familia y amigos. Su caso se suma a las alarmantes cifras de feminicidios en Colombia y exige una reflexión profunda sobre la sociedad en la que vivimos. Es fundamental trabajar en conjunto para erradicar la violencia de género y garantizar que todas las mujeres y niñas puedan vivir libres de miedo y violencia.