CÓRDOBA.– El 20 de noviembre del 1910, dio inicio un movimiento que marcó un nuevo rumbo para nuestro país: la Revolución Mexicana; que tuvo como pilares a dos grandes caudillos, Emiliano Zapata y el Centauro del Norte: José Doroteo Arango, mejor conocido como Francisco Pancho Villa.
Doroteo Arango nació en Durango, y cuando conoció Hidalgo del Parral en Chihuahua, mencionó una de sus frases más famosas: “Parral me gusta, hasta pa’morir”.
A cerca del general Villa, se han escrito una infinidad de libros. Pero hoy no hablaremos de este gran revolucionario, sino de un evento en su honor: Las Jornadas Villistas; que se celebran cada año durante los primeros días del mes de julio en Parral y otros municipios del estado de Chihuahua.
Las Jornadas Villistas son uno de los eventos culturales más importantes del Norte del país, y se llevan a cabo desde el año 1992. Su objetivo es festejar al Centauro del Norte y fomentar el villismo a las nuevas generaciones. Es un festival artístico y cultural muy diverso, donde participan delegaciones de varios estados del país y el extranjero.
Algunos de los eventos que se realizan son: conciertos, obras de teatro, exposiciones artísticas, talleres, desfiles y callejoneadas. Pero hay dos eventos que destacan: la Cabalgata Villista y la escenificación de la muerte del General Francisco Villa.
La Cabalgata Villista, es la más grande de México, en ella participan miles de caballos con sus respectivos jinetes, la mayoría de los participantes son chihuahuenses, aunque también llegan de otros estados del país, incluso de Estados Unidos.
Otro evento de importancia por su valor histórico y educativo, es la escenificación de la muerte de Francisco Villa, en donde mediante una obra; actores mexicanos y estadounidenses, dan vida a la emboscada que la tarde del 20 de julio de 1923, diera muerte al caudillo. Es aquí donde casi al final de la obra y cuando los asesinos huyen apresuradamente del lugar, llega una mujer a la horrenda escena, clamando ayuda, para instantes después quedar a los pies del cadáver, llorando y gritando: “No te mueras mi general, no te mueras…”.
Algunos historiadores han afirmado que Villa, ha sido el único militar que ha atacado territorio norteamericano y salido avante (tras el ataque a Columbus). En 1916, el general norteamericano John Pershing fue enviado a México, al mando de la Expedición Punitiva, con la encomienda de capturar vivo o muerto al caudillo mexicano, pero llegó con las manos vacías.
Pancho Villa en Chihuahua es un ícono, un personaje de fama nacional e internacional. Las Jornadas Villistas, son un vivo ejemplo de cómo, hasta el día de hoy, asociaciones civiles, gobiernos municipales y estatales, así como la sociedad civil, han contribuido para que la tradición y el recuerdo del Centauro del Norte, siga vivo.
