AGENCIA
Guerrero.- La mañana de este martes, Chilpancingo amaneció en un estado de calma tensa tras una jornada violenta que cobró la vida de cuatro transportistas, generando la suspensión de numerosas actividades en la capital guerrerense.
La situación de violencia ha llevado a la suspensión del servicio de transporte público, así como de las clases en todas las escuelas públicas y privadas de la ciudad, desde jardines de niños hasta instituciones de educación superior. Las calles, habitualmente llenas de actividad, se vieron desiertas debido a la falta de movilidad.
Los transportistas optaron por mantener la suspensión de labores a pesar de los operativos de seguridad implementados por las autoridades de los tres niveles de gobierno. Solo algunas urvans reactivaron labores, pero con servicios limitados hasta un punto provisional sobre la carretera Chilpancingo-Petaquillas, a unos 100 metros del cuartel de la Guardia Nacional, dejando a los usuarios con la necesidad de caminar para llegar a sus destinos.
Además, el Tribunal de Conciliación y Arbitraje declaró el 6 de febrero como día inhábil debido a los recientes acontecimientos que afectaron el transporte público, imposibilitando la asistencia a las audiencias programadas.
A pesar de la suspensión de actividades en muchos sectores, algunos comercios y bancos abrieron de manera normal. Sin embargo, el ambiente se ha visto enrarecido por los mensajes circulados ayer, atribuidos a la delincuencia organizada, que advertían a la ciudadanía a no salir de sus hogares ante la amenaza de más violencia.
En una conferencia matutina, la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez afirmó que la capital no está semivacía y enfatizó en la necesidad de que la gente continúe con sus actividades cotidianas. Asimismo, destacó los esfuerzos de su administración en fortalecer las instituciones, programas sociales y la prevención del delito para contribuir a la seguridad del municipio.
Ayer, cuatro transportistas perdieron la vida en distintos hechos, uno de ellos calcinado, en una jornada que ha dejado a la ciudadanía conmocionada y en alerta ante la escalada de violencia en la región.
