La novela sirve para muchas cosas. Una de ellas, para evadirse de la realidad. Pero también, cuando esta se muestra esquiva, caótica o llena de fugas, para ordenarla. Al buscar ese camino, cuando los hechos se encuentran envueltos en un laberinto, no necesita si quiera de la ficción. Por eso, Jorge Volpi (Ciudad de México, 1968) ha escogido un caso plagado de sombras: el que afectó en 2005 a Israel Vallarte y Florence Cassez, entonces pareja sentimental, acusados de secuestro en México, para contarlo en Una novela criminal, que se ha alzado con el XXI Premio Alfaguara.