Agencia
Tokio, Japón — Tras el sismo de magnitud 7.1 registrado el pasado jueves en el sur de Japón, el país se encuentra en alerta ante la posibilidad de un “megaterremoto”. La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) emitió una advertencia este viernes sobre el riesgo de que se produzca un terremoto aún más fuerte, lo que ha encendido las alarmas en la región.
El sismo, que sacudió las islas del sur el 8 de agosto, no provocó daños materiales significativos, pero dejó a ocho personas heridas, algunas de ellas por la caída de objetos. Sin embargo, el mayor temor radica en las posibles réplicas que podrían intensificar la magnitud del desastre.
Ante esta situación, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, decidió cancelar un viaje programado a Asia Central que incluía visitas a Kazajistán, Uzbekistán y Mongolia. Kishida expresó su intención de permanecer en Japón “durante al menos una semana” para “asumir la más alta responsabilidad en materia de gestión de crisis”.
La JMA emitió por primera vez un “aviso de megaterremoto” desde la implementación de un nuevo sistema de alertas, desarrollado después del devastador terremoto de 2011, que desencadenó el desastre nuclear de Fukushima. Este nuevo aviso subraya que, aunque existe una mayor probabilidad de que ocurra un sismo de gran magnitud, no hay certeza de cuándo podría suceder. “La posibilidad de que se produzca un sismo de gran intensidad es más alta de lo normal, pero esto no indica que un gran terremoto vaya a ocurrir con certeza”, aclaró la agencia.
El gobierno japonés estima que hay un 70% de probabilidad de que un megasismo afecte al país en las próximas tres décadas, lo que podría devastar una parte considerable de la costa del Pacífico y poner en peligro a unas 300,000 personas. Los expertos señalan que, aunque es imposible predecir los terremotos, la ocurrencia de uno suele aumentar la probabilidad de que se produzca otro, según se describe en el boletín especializado Earthquake Insights.
Japón se encuentra en una encrucijada, preparándose para lo peor mientras espera que el “megaterremoto” no se convierta en una realidad inminente.
