AGENCIA
Japón.- El país nipón ejecutó ayer (martes) a tres prisioneros que estaban en el corredor de la muerte; estas fueron las primeras penas capitales aplicadas desde el año 2019.
Japón cuenta con alrededor de 100 condenados a muerte y es uno de los pocos países desarrollados que todavía aplica la pena capital, esta medida cuenta con un amplio apoyo público, pese a las críticas de los grupos de defensa de los derechos humanos. Se trata de las primeras ejecuciones bajo el mando del primer ministro Fumio Kishida, que asumió el cargo en octubre y ganó unas elecciones generales ese mismo mes.
Uno de los ejecutados fue Yasutaka Fujishiro, de 65 años, que mató con un martillo y un cuchillo a su tía de 80 años, dos primos y otras cuatro personas en 2004; los otros fueron Tomoaki Taknezawa, de 54 años, y su cómplice Mitsunori Onogawa, de 44, acusados de matar a dos dependientes en una sala de juegos recreativos en 2003.
En el país del Sol Naciente las penas suelen aplicarse largo tiempo después de la sentencia y es mediante ahorcamiento, “dados los crímenes atroces que siguen ocurriendo uno tras otro, es necesario ejecutar aquellos cuya culpa es extremadamente grave, con lo que es inapropiado abolir el castigo capital”, indicó el jefe adjunto de la secretaría del gabinete, Seiji Kihara.
En todo el mundo, al menos 483 personas fueron ejecutadas el año pasado en 18 países, según Amnistía Internacional, sin embargo, la cifra no incluye las “miles” de ejecuciones que se cree ocurren en China, que mantiene su información en secreto, así como Corea del Norte y Vietnam.
- Japón y Estados Unidos son los únicos miembros del G7 de países industrializados que aún aplican la pena de muerte.