Japón confirmó este jueves su primer brote de gripe aviar de la temporada en una granja avícola ubicada en el norte del país, específicamente en la región de Hokkaido. El brote fue detectado luego de que un número inusualmente alto de aves muriera en una granja en el sur de Hokkaido, lo que llevó a la realización de pruebas que confirmaron la presencia de una cepa altamente contagiosa del virus.
En respuesta a este brote, las autoridades locales han tomado medidas de cuarentena estrictas, incluyendo el sacrificio de aproximadamente 19.000 pollos para prevenir la propagación del virus. Además, el movimiento de unas 710.000 aves en cinco granjas cercanas ha sido restringido, abarcando un radio de 10 kilómetros alrededor del foco de infección.
El viceportavoz del gobierno nipón, Kazuhiko Aoki, señaló que el control de este brote es una prioridad para el Ejecutivo. “El Gobierno toma como asunto importante el control del riesgo de una posible expansión de la gripe aviar y hará todos los esfuerzos necesarios para tomar medidas ante la situación”, declaró Aoki.
Las autoridades de Hokkaido convocaron una reunión de emergencia para coordinar las acciones necesarias, y el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, ha ordenado que se implementen medidas rápidas y firmes para contener el virus. El Gobierno también ha instado a los operadores de las granjas a extremar las precauciones para evitar futuros contagios.
La rápida acción ante este brote es vital, ya que la gripe aviar puede tener consecuencias devastadoras para la industria avícola y la economía local, además del riesgo que representa para la salud pública. Japón continúa vigilando de cerca la situación, manteniendo un enfoque de control riguroso para minimizar los riesgos de una mayor expansión del virus.
