Este sábado, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) anunciaron la ejecución de un ataque aéreo en Jabaliya, al norte de la Franja de Gaza, dirigido contra el grupo militante Hamás. Según un comunicado difundido a través de su canal de Telegram, el ataque tuvo como objetivo un centro de mando y control del grupo islamista.
De acuerdo con la información proporcionada por las IDF, este centro de mando estaba ubicado en un complejo que previamente había sido utilizado por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Sin embargo, las fuerzas israelíes aseguraron que las instalaciones habían sido ocupadas por Hamás, quien las utilizaba para coordinar y planificar ataques terroristas tanto contra las tropas de Israel como contra su territorio.
El conflicto en la región ha sido una fuente constante de tensión, con episodios de violencia que se intensifican periódicamente. Las IDF justificaron su ataque alegando que Hamás se había aprovechado de infraestructuras que una vez sirvieron a la población civil para transformarlas en bases de operaciones militares.
Este ataque en Jabaliya se suma a una larga serie de operaciones israelíes en Gaza, destinadas a desmantelar la infraestructura militar de Hamás. Sin embargo, la utilización de un antiguo complejo de la ONU por parte de los militantes plantea una nueva dimensión en el conflicto, que seguramente generará respuestas a nivel internacional, dado el carácter humanitario de estas instalaciones en tiempos pasados.
En los próximos días se espera una mayor tensión en la región, con la posibilidad de represalias y nuevos enfrentamientos entre ambas partes. Las Naciones Unidas y otros organismos internacionales podrían intervenir, evaluando las acusaciones sobre el uso indebido de sus antiguas instalaciones en un conflicto que afecta a miles de civiles en Gaza y más allá.