De la redacción
el buen tono
Río Blanco.- La tarde de este domingo, un grupo de elementos de la Guardia Nacional, quienes portaban armas, irrumpieron en el recinto parroquial de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en la cabecera municipal de Río Blanco.
El párroco Helkyn Enríquez Báez lamentó que los uniformados no tengan respeto por los recintos religiosos y la fe de los mexicanos. “No se puede ingresar de manera comparable a lo sacrílego en medio de la celebración del sacramento, que constituye el centro de nuestra fe”, expresó.
Debido a esta acción, que la feligresía reprobó, se tuvo que detener la celebración de la misa, ya que la Guardia Nacional iba persiguiendo a un grupo de migrantes, en particular a un joven que buscó asilo en el templo.
Los hechos ocurrieron este domingo 5 de mayo alrededor de las 13:30 horas, cuando los gendarmes ingresaron con violencia a la parroquia.
INCONFORMES
El sacerdote explicó que la comunidad parroquial manifestó su inconformidad, principalmente porque la dignidad de todo ser humano es un valor inalienable que no puede ser vulnerado por ningún motivo, ni siquiera por la condición de migración irregular de una persona. “No se puede tratar como delincuente a quien está de paso”, enfatizó.
Asimismo, expuso que el derecho al asilo es un derecho humano y un deber cristiano, que constituye un mandamiento del Señor que nos dijo: “Fui forastero y me acogieron” (Mt. 25, 35b). Para los cristianos, los mandamientos de Dios están por encima de las leyes humanas. Esperamos que, en el respeto recíproco, no se repita un evento similar, que siempre inquieta a nuestra comunidad.
