AGENCIA
CDMX.- Una joven deportista menor de edad ha presentado una denuncia penal contra el entrenador Ignacio Guanche Amador, acusándolo de agresión sexual dentro de las instalaciones del Instituto del Deporte y la Recreación del Estado de Querétaro (Indereq). El incidente, que se registró en enero último, ha sido el foco de intensa controversia, revelando tensiones y críticas hacia las autoridades deportivas.
Según el reporte, la madre de la deportista intentó inicialmente resolver la situación a través del diálogo con Iridia Salazar, directora del Indereq y medallista olímpica, sin éxito. Posteriormente, enfrentó resistencias de otros funcionarios del instituto, quienes desalentaron la presentación de la denuncia y sugirieron que, sin testigos, poco se podría hacer. A pesar de estas advertencias, la denuncia fue formalizada el 23 de febrero, bajo el número de investigación CI/QRO/6514/2024.
La deportista, que había comenzado a entrenar bajo la tutela de Guanche en octubre de 2023, relató episodios repetidos de comentarios y acciones inapropiadas por parte del entrenador, quien supuestamente aprovechaba momentos a solas para acosarla verbal y físicamente. Este patrón de conducta culminó en un ataque durante una sesión de entrenamiento en la que Guanche, bajo el pretexto de ayudarla a relajarse, procedió a tocarla inapropiadamente.
Además de la situación legal en curso, el caso ha generado un amplio debate sobre la gestión de Iridia Salazar al frente del Indereq. Críticos y activistas han cuestionado su decisión de contratar a Guanche, a pesar de las advertencias previas sobre su conducta por parte de figuras destacadas dentro del levantamiento de pesas en México. Este incidente no es aislado, ya que, en octubre de 2023, se reportaron acusaciones similares contra otro entrenador del Indereq, lo que apunta a un problema sistémico dentro de la institución.
El caso también ha expuesto divisiones dentro del equipo de halterofilia, donde algunos deportistas apoyan a la víctima, mientras que otros defienden al entrenador. A esto se suma la falta de respuesta oficial adecuada y la percepción de una gestión deficiente y poco empática por parte de las autoridades del deporte en Querétaro.
La situación sigue en desarrollo, mientras la comunidad espera que se tomen medidas concretas para asegurar la integridad y seguridad de los jóvenes atletas. La respuesta de las autoridades a este caso podría marcar un precedente importante en cómo se manejan las denuncias de abuso en el deporte en México.
