CDMX.- Entre el recientemente condenado exfiscal de Nayarit, Edgar Veytia y el ahora exministro de la Suprema Corte, Eduardo Medina Mora, existe un lugar común: la subsecretaría de Inteligencia Financiera del Tesoro de Estados Unidos a cargo de Sigal Mandelker. Es la funcionaria del staff de Steve Mnuchin que tiene en sus manos, al menos hasta el fin de mes, la pesquisa que dicha dependencia en Washington está realizando sobre Medina Mora.
Según fuentes diplomáticas, Mandelker fue quien primero comenzó a interesarse en Estados Unidos por las transferencias millonarias que Medina Mora realizó en bancos de dicho País. De contacto habitual con el titular de la UIF en México, Santiago Nieto, no puede entenderse la salida de Medina Mora de la Corte sin el intercambio entre ambos personajes.
A pesar de no tener un asiento en el gabinete de Donald Trump, es una figura de acceso directo al Ala Oeste de la Casa Blanca: Mandelker fue quien diseñó el formato legal para que EU pudiera imponer sanciones a Turquía, Rusia, Venezuela e Irán. Y eso, en un Gobierno que se ha lanzado a diversos conflictos en el mundo, otorga mucho handicap.
En México, Mandelker investiga la ruta del dinero de diversas organizaciones criminales. Concretamente la inserción de los fondos ilegales en la economía formal mediante diversas empresas y negocios. La duda que flota en el círculo rojo mexicano es si las transferencias de dinero de Medina Mora tienen algún tipo de conexión con tales grupos.
El Universal reveló que el Departamento del Tesoro comenzó a investigar a Medina Mora porque en funciones ya como Ministro reveló –en México, en condiciones escandalosas– nombres de agentes encubiertos de la DEA y el FBI.
Ese enigma está afincado en las alturas de la Corte, la decisión de dejar la toga que portó durante 4 años podría tener su origen en la amenaza del Departamento del Tesoro que podría aplicar sanciones en breve en el plano más benigno. Lo peor sería una orden de arresto con posterior pedido de extradición. Esta posibilidad es la que agita la tesis en la Corte de que Mora renunció para pasar a la clandestinidad y evitar cualquier tipo de arresto.