Un equipo internacional de investigadores llegó el jueves a la ciudad china donde se detectó por primera vez el coronavirus para llevar a cabo una investigación políticamente sensible sobre los orígenes de la pandemia en medio de la incertidumbre sobre si Beijing tratará de impedir hallazgos embarazosos.
El equipo de 10 miembros enviado a Wuhan por la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue aprobado por el gobierno del presidente Xi Jinping tras meses de disputas diplomáticas que provocaron una inusual queja pública del director de la agencia de Naciones Unidas.
Los científicos sospechan que el virus que ha matado a 1,9 millones de personas en todo el mundo desde finales de 2019 saltó a los humanos desde murciélagos u otros animales, probablemente en el suroeste de China. El gobernante Partido Comunista, acuciado por las críticas de que permitió que la enfermedad se propagase sostiene que el virus llegó del extranjero, posiblemente en marisco importando, pero los científicos niegan esa hipótesis.