El Mando del Ejército israelí reconoce que sus soldados no respetaron las reglas del conflicto armado
En una operación llevada a cabo en Ciudad de Gaza el pasado viernes, el Ejército de Israel disparó y mató a rehenes israelíes que llevaban banderas blancas, según revela una investigación preliminar realizada por el Mando Sur del Ejército. El informe indica que los militares implicados no respetaron las reglas básicas del conflicto armado.
El incidente comenzó cuando un militar israelí identificó a tres “personas sospechosas” saliendo de un edificio en el barrio de Shejaiya, todos ellos con el torso desnudo y uno portando una bandera blanca improvisada. El soldado abrió fuego al grito de “¡Terroristas!” al creer que estaban siendo víctimas de una trampa, resultando en la muerte inmediata de dos rehenes. El tercero, herido, regresó al edificio, y cuando los militares escucharon gritos de “¡Socorro!” en hebreo, fue abatido por un segundo militar al salir nuevamente.
La investigación preliminar concluye que los dos soldados actuaron en contra de los protocolos de combate. Aunque se mencionan circunstancias “atenuantes,” como la falta de contacto con civiles palestinos en días y la presencia usual de milicianos de Hamás disfrazados, se destaca que los militares no siguieron los procedimientos adecuados.
El Mando Sur también informó sobre una pintada en un edificio cercano al lugar con la frase “Socorro, tres rehenes”, sin confirmar su relación con el incidente. El informe fue presentado a las familias de los tres fallecidos: Yotam Haim, Samar Talalka y Alon Lulu Shamriz.
Este incidente se suma a las críticas previas al Ejército israelí por la muerte a tiros de un ex policía durante un atentado de Hamás en Jerusalén. El portavoz del Foro de las Familias de los Rehenes, Haim Rubinstein, expresó su preocupación y cuestionó la falta de medidas preventivas, afirmando que están “jugando a una ruleta rusa”.
Ruby Chen, cuyo hijo fue tomado como rehén, hizo un llamado a un cambio urgente durante una conferencia de prensa en Tel Aviv, manifestando que “ya no podemos seguir así” y que las familias viven en la incertidumbre constante.
