Monrovia.- Los países de África occidental intensifican sus esfuerzos para contener la epidemia del ébola que ha dejado cerca de mil muertos en ocho meses, mientras esperan un anticuerpo experimental o una vacuna en curso de elaboración en laboratorios occidentales.
Liberia, que decretó el 6 de agosto el estado de emergencia durante 90 días, inauguró el domingo una central de llamadas telefónicas para contribuir a la sensibilización y la prevención.
En tres días han recibido casi tres mil 500 llamadas que señalaban a enfermos o decesos sospechosos o en busca de información.
En el país, el ejército recibió la orden de limitar los movimientos de la población y controlaba estrictamente los accesos a la capital, Monrovia, procedentes de provincias afectadas por la explosión de fiebre, que afecta a otros dos Estados vecinos.
Además de Liberia, el estado de emergencia también se instauró en Sierra Leona y en Nigeria, que pidió la participación de voluntarios, admitiendo un déficit de personal de salud.
En Sierra Leona, unos mil 500 militares y policías estaban desplegados en la “operación Octopus” para vigilar la estricta aplicación de las medidas anti-ébola.
La semana pasada se ordenó el cierre de los lugares de ocio y restricciones de desplazamiento, lo que causó perturbaciones en el transporte y distribución de productos básicos, que amenaza a la población de Kailahun y Kenema, zonas agrícolas y mineras en cuarentena desde el 7 de agosto.
Guinea anunció inicialmente el sábado el cierre de sus fronteras terrestres con Liberia y Sierra Leona para tratar de contener la progresión del virus, pero horas después precisó y anunció “medidas estrictas destinadas a controlar mejor los movimientos transfronterizos, entre ellos los de las personas” susceptibles de ser portadoras del virus.
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