Córdoba.- ¿Y a ellos quién los castiga? El pasado domingo, mientras se jugaba el clásico futbolero América contra Chivas, cinco inspectores del área de Comercio, en horario de trabajo y portando uniforme, ingresaron a un conocido restaurante ubicado sobre la calle 13, avenidas 1 y 2, para presenciar el encuentro.
La actitud de los inspectores de comercio es públicamente reprobable, aunque la administración no opina lo mismo y asegura que “cumplen con su función”.
Según el propio coordinador de la dependencia, Juan Paúl González Rannauro, los empleados trabajan 24 horas divididas en tres turnos con una hora de comida.
“Durante los fines de semana”, dijo, “18 inspectores de comercio laboran y deben cumplir con los recorridos en zonas del Centro Histórico y mercados”.
Sin embargo, el grupo de trabajadores que se encontraba “descansando” durante su horario de trabajo no contaba con permiso por parte de la Coordinación municipal, ni mucho menos para permanecer al interior de un establecimiento por más 20 minutos, tiempo estimado cuando se acude a realizar alguna inspección, y sólo en el caso de bares y cantinas.
Debido a que la mayoría de los inspectores esconden sus gafetes de identificación, los denunciantes sólo reconocieron a dos, conocidos como “Antero”, un ex elemento de la extinta Policía municipal, y “El Carnitas”, al parecer los mismos que hace algunas semanas intimidaron a un trabajador de esta casa editorial al ser descubiertos mientras abusaban de su autoridad ante un comerciante ambulante.
Pese a las evidencias, el coordinador de Comercio insistió en que los inspectores se encontraban trabajando y cumpliendo con sus horarios de trabajo.
“Todos tenemos la necesidad de comer y todos tienen sus horarios para ir a comer. Durante los fines de semana y días festivos no se suspenden los trabajos porque es cuando más tenemos que estar al pendiente de que no se desborde el comercio informal”, aseveró González Rannauro.
Yessica Martinez Arguelles
El Buen Tono
