Por: Enrique Aranda/ columnista
Confrontado con media docena de gobernadores renuentes a avalar la desaparición del Seguro Popular para dar paso al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Andrés Manuel López Obrador inicia la semana laboral con la expectativa de un enfrentamiento de consecuencias impredecibles, otro, con los mandatarios estatales agrupados en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
De incierto futuro en razón de la absoluta carencia o falta de conocimiento puntual de las reglas de operación, manuales, “hoja de ruta” o presupuesto con que nace, efectivamente, el instituto, que bajo la dirección del exdirector de zonas arqueológicas de Veracruz y Chiapas, Juan Antonio Ferrer Aguilar, inició operaciones con el nuevo año, parece haberse convertido ya en “la piedra en el zapato” de la Administración Federal, particularmente en lo que refiere a la implementación de una nueva y respetuosa relación con sus pares en las 32 entidades y las principales alcaldías del País.
La sola presunción del condicionamiento o eventual retiro de recursos que las entidades reciben hoy para financiar sus respectivos sistemas de Salud bastó para sustentar la inicial resistencia de cinco mandatarios de extracción panista —Martín Orozco Sandoval (Aguascalientes), Carlos Mendoza (Baja California Sur), Diego Sinhue (Guanajuato), Francisco Domínguez (Querétaro) y Francisco García Cabeza de Vaca (Tamaulipas)— y uno más de origen emecista —Enrique Alfaro (Jalisco)— que, huelga decir, se reforzó a medida que la nueva administración del Insabi, el Jefe del Ejecutivo incluido, incurrían en toda suerte de imprecisiones y/o contradicciones sobre la gratuidad de los servicios que ofrece prestar a 69 millones de mexicanos y, peor, ante la negativa a atender a pacientes del sistema cuya desaparición se dio por hecho al cierre de 2019.
Este martes, entonces, cuando se encuentre con la representación de los gobernadores, López Obrador tendrá la oportunidad, sí, de argumentar que, como la propia Ley que crea el instituto prevé, su Gobierno cuenta con un plazo de hasta seis meses para explicitar las reglas y mecánicas de operación del mismo pero, igualmente, estará ante la inmejorable ocasión de esclarecer a los mandatarios y, más importante aún, a la sociedad en general, igual la naturaleza y alcances de la naciente entidad, que los objetivos a lograr con la puesta en marcha de la misma y, en especial, de ofrecer garantías a la población (más necesitada) de que el Gobierno de la 4T seguirá avanzando en la prestación de servicios de Salud oportunos y de calidad… como él mismo ofreció.
ASTERISCOS
* Algo debe estar haciéndose bien en materia de políticas públicas en Hidalgo, cuando, en el primer círculo del gobernador Omar Fayad Meneses, se refiere con inusual insistencia sobre la capacidad de concertación y promoción de la gestión del mandatario del joven José Luis Romo Cruz, titular de tal Secretaría…
* Avanzan trabajos de balizamiento y señalización necesarios en la capitalina Alcaldía Miguel Hidalgo, donde, a la fecha, la dirección a cargo de Gustavo Hernández reporta la cobertura de un millón cien mil metros lineales, así como haber atendido algo más de 300 solicitudes ciudadanas planteadas desde la gestión de Xóchitl Gálvez…
Veámonos el miércoles con otro asunto De naturaleza política. (tomada de Excélsior)