Juan Meza
el buen tono
Córdoba.– La ingobernabilidad y lucha de poderes sigue imperando al interior de Hidrosistema; altos sueldos, falta de insumos y un pésimo servicio a los usuarios son parte de la actual “administración” que ejerce la directora María del Rosario Palafox Aguilera, quien solo actúa como “Tío Lolo”, mientras trabajadores sufren las carencias al interior del organismo.
Entre la base trabajadora corren como pólvora las artimañanas que ejercen diversos personajes que solo buscan el renacimiento en sus bolsillos, sin importarles que colonias carezcan de agua.
Otro señalamiento es contra el personal jurídico, colocado por el comisario de la paramunicipal y contralor municipal, Lauro Ramos Olmo, quien toma decisiones para el uso, manejo y aplicación de los recursos económicos y humanos que genera esta institución o que le sean asignados por el gobierno municipal, por ello colocó a personal a modo para que le informen todo, claro, con un buen sueldo para comprar sus conciencias.
Ramos mantiene una ‘presunta’ relación sentimental con la Lic. María Gabriela Castellanos, secretaria técnica de Hidrosistema, lo cual genera un conflicto de intereses, aunado que es conocido a nivel nacional tras un reportaje de la Revista Proceso, en donde un integrante de un grupo delictivo lo señalaba como enlace para hacerles “bisnes” y aparecía en su nómina de funcionarios corruptos que recibían “moche” cada mes.
Otro personaje oscuro es el contador Joel, quien opera desde el bar “El Gato Negro”, y en ocasiones impide el paso de los clientes para reunirse con José Antonio Patraca Castro, para ajustar cuentas y repartir las ganancias de actividades corruptas.