México.- Un informe de International Crisis Group resalta el creciente número de mujeres en organizaciones criminales mexicanas, revelando una profunda crisis social. Factores como la supervivencia económica, la violencia de género y la falta de respeto en sus comunidades impulsan este fenómeno. La proporción de mujeres acusadas de delitos relacionados con el crimen organizado ha aumentado del 5.4% en 2017 al 7.5% en 2021, una preocupante tendencia constante con consecuencias en el control de clanes delictivos sobre comunidades y la exposición de la infancia a amenazas como el reclutamiento.
El informe, basado en talleres, entrevistas y trabajo de campo realizado entre julio de 2022 y junio de 2023 en varias regiones de México, revela que las mujeres son atraídas por las ventajas que pueden obtener al unirse a organizaciones criminales, como la protección y estrategias de supervivencia en entornos de maltrato. La mayoría de estas mujeres son madres, provienen de hogares rotos y violentos, y experimentan soledad y exclusión social desde temprana edad. Las relaciones íntimas con miembros de grupos criminales refuerzan su asimilación a una “lógica empresarial criminal”.
Este fenómeno, que representa entre el 5% y el 8% del personal delictivo actual, según el informe, podría prolongar la crisis de seguridad en México. La organización con sede en Bruselas advierte que la ascensión de mujeres dentro de estos grupos es una desviación sorprendente de su tradicional relación con estas organizaciones, donde históricamente han sido objetivos militares. La investigación destaca la necesidad de abordar las causas subyacentes que impulsan a las mujeres hacia el crimen organizado y la urgencia de políticas más efectivas para abordar esta creciente problemática social.