Por: Verónica Carbajal García / columnista
En los últimos tiempos, los estudios de mercado incluyen preguntas como: ¿Cómo te enteraste de nuestro producto? ¿Dónde te enteraste de nuestra convocatoria? ¿Cómo supiste de este evento? Y la respuesta suele ser: en las redes sociales.
Es un tema de moda. La influencia, penetración y manipulación de las redes sociales es lo de hoy. Para muchos, los medios de comunicación tradicionales han dejado de ser, y cada vez más, la primera opción para escuchar o ver noticias, para informarse de los acontecimientos en el País, el Estado y la ciudad.
Incluso, a veces parece que los impresos, noticieros de radio y televisión con horarios fijos, “revuelcan” –como decimos en el argot de medios- las notas o datos importantes dadas a conocer primero a través de Internet; los temas de la agenda parecen fijarse a partir de lo que hay en esas plataformas.
La inmediatez está ahora en las páginas web, en los blogs, pero sobre todo en los tuits, en los muros del Facebook, en las historias de Instagram y de Youtube.
Hasta la “permanencia” del canal, parece dejar de tener su origen y fundamento en los impresos. Ahora es más fácil encontrar lo que buscamos, yéndonos a la web, y después imprimirlo, y eso, si realmente hace falta.
Simultaneidad y penetración, o influencia, son otras características de todo lo que circula por Internet y redes sociales.
Desde hace algún tiempo hemos tomado consciencia de la revolución que trajo consigo la web, y de cómo afecta a los medios tradicionales. Algunos de cobertura local y estatal tardaron en darse cuenta de la importancia de treparse también a lo digital, pero finalmente lo hicieron, y ahora están en Feisbuk y Tuiter.
Los partidos políticos por su lado, ya se dieron cuenta de la manipulación que desde ahí, han ejercido y ejercen algunos aspirantes a la Presidencia de la República, o Gubernaturas, y de lo que pueden lograr; sobre todo cuando se dice que los electores votan por la persona, no por el Partido.
Hay los políticos y funcionarios que todavía aprenden, buscan su espacio, la mayoría tienen abiertas sus cuentas, pero todavía están en proceso de aprendizaje, y de darse tiempo –o contratar un community manager- para subir contenidos a sus redes.
Leía las columnas de Raymundo Rivapalacio y Octavio Fitch, publicadas a finales del año pasado y en enero de este año, respectivamente, y quienes escribieron sobre el tema. Fitch refirió la manipulación a través de redes sociales, como “el tren que ya nos pasó encima”, creo es muy cierto.
Además hay estudios de cómo ahora, el público, los ciudadanos, las audiencias, que permanecían relegadas hasta hace unos años, y eran simples y pasivos individuos, son ahora activos sujetos que incluso se ubican dentro del concepto que conocemos como “periodismo ciudadano”. Aunque hay quienes creemos que el ejercicio del periodismo no puede estar en manos de cualquiera.
La inmediatez de las redes sociales es inusitada, ejemplos hay muchos, no de los últimos: el tema de supuesto espionaje al candidato presidencial Ricardo Anaya, ¿dónde dio a conocer primero el tema? En sus redes sociales. Y a partir de ahí se desató toda una investigación que al día de hoy, sigue ocupando espacios en los medios tradicionales.
¿Sustituirán algún día las páginas web de información a los medios tradicionales? No creo, pero sí que seguirán complementándose uno y otro en sus respectivos espacios, porque sólo así pueden dar cabida a todas las generaciones de ciudadanos sobre el planeta.
¿Hacia dónde van los millennials y centennials? Eso sí es difícil de saber, como difícil es saber cualquier cosa del impredecible futuro, pero seguro será necesario que los adultos: padres y maestros principalmente, sean brújulas, brújulas y senseis dispuestos a orientar bien, en el insondable mar de las nuevas tecnologías. Sólo baste saber que aunque las más populares son sólo algunas, hay una lista para este año, de 113 redes sociales más importantes y activas. ¿En cuáles estás tú?
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