INFARTADO En la colonia Jardín, de Ciudad Mendoza

Ciudad Mendoza.- La mañana de ayer, el cuerpo sin vida de un hombre fue hallado por uno de sus familiares en el interior de su domicilio, ubicado en calles de la colonia Jardín, luego de que durante la madrugada del pasado miércoles sufriera un paro cardiaco fulminante. 

 

Debido a esto, personal de la Agencia del Ministerio Público, así como de la Policía Ministerial y de Servicios Periciales acudieron a tomar conocimiento del fallecimiento, aunque debido a que la muerte del hombre se debió a causas naturales, no se inició carpeta de investigación, ni se ordenó la necropsia. 

 

Alrededor de las 08:00 horas, uno de los familiares de quien fue identificado como Benito Abad Tapia, de 70 años de edad, se dirigió hasta la habitación donde descansaba el hombre, quien al parecer desde hace varios meses sufría de una enfermedad crónica renal. 

 

Tras llamarlo a desayunar, el familiar se percató de que luego de varios minutos el hoy finado no salía de su cuarto, por lo que decidió abrir la puerta y entró al lugar, donde lo encontró tirado al pie de su cama, por lo que creyendo que se había rodado hasta caer de la cama, trató de reanimarlo. 

 

Desafortunadamente el hombre observó que Benito Abad no despertaba, por lo que de inmediato solicitó el apoyo de los paramédicos de la Cruz Roja, los cuales arribaron al domicilio para tratar de brindarle los primeros auxilios al occiso, pero descubrieron que ya había perdido la vida desde hacía varias horas. 

 

A su vez, un médico particular que atendía al ahora extinto confirmó lo expresado por los socorristas, por lo que el resto de los familiares dieron aviso a las autoridades.

 

Posteriormente, acudió el personal de la Agencia del Ministerio Público, el cual ingresó a la vivienda para tomar conocimiento de lo sucedido. 

 

Luego de llevar a cabo las diligencias de rigor, personal forense del área de los Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado, informaron a las autoridades ministeriales que el hombre había muerto por un infarto fulminante, por lo que no se le realizaría la necropsia que marca la ley. Debido a esto, las  autoridades ministeriales determinaron que tampoco se iniciaría investigación ministerial alguna por el fallecimiento del hombre.

 

 Más tarde, el cuerpo de Benito fue retirado del domicilio por personal de una conocida funeraria local, y luego lo entregaron a su familia para ser sepultado.