El pleno de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que preside Juan Carlos Zepeda Molina, inaugura hoy una nueva industria de servicios que no sólo será útil a la industria de hidrocarburos, sino también a la agrícola,
minera y pesquera.
El pasado 15 de enero, le comenté que el Pleno aprobó las disposiciones Administrativas de Carácter General en Materia de Autorizaciones para el Reconocimiento y Exploración Superficial de Hidrocarburos (ARES), las que aparecen hoy en el Diario Oficial de la Federación (DOF), y entran en vigor mañana. Ahora bien, ésta es la primera regulación que el organismo emite para ser aplicada con la apertura que propicia la reforma, tanto a la empresa pública del estado, Pemex, como a los participantes privados.
Lo interesante es que le permite a empresas autorizadas comercializar la información derivada de los estudios de reconocimiento y exploración superficial, para estimar la existencia de hidrocarburos sin causar daño ambiental, al tiempo que establecer las disposiciones que le permiten al sector privado radiografiar o escanear, en 2D o 3D, el territorio nacional, garantizando que la información geológica o geofísica de las provincias y cuencas petroleras nacionales es propiedad de la Nación, dado que lo pueden comercializar en forma exclusiva 12 años, pero bajo la premisa de que la información se integra al acervo nacional y se obliga a las empresas a entregarla para ser resguardada en el Centro Nacional de Información
de Hidrocarburos.
Fíjese que la industria es amplia, y lo que hacía antes Pemex que dirige Emilio Lozoya, era contratar a terceros para realizar los estudios. No obstante, ahora éstos pueden ser autorizados por la CNH, con lo que se podrá multiplicar la información sísmica cuyo precio lo fijará el mercado, dando mayor certidumbre a la industria, por el mejor conocimiento del subsuelo, permitiéndose la formación de nuevas empresas mexicanas, así como la capacitación de
personal nacional.
Mire que es rentable. El costo por la obtención de estos datos en 2D, se estima en 364, 038 millones de pesos y el de 3D en 4 billones de pesos, en un periodo de 30 años.
Esto es fundamental, porque no podemos dejar de considerar el momento que vive la industria petrolera por el desplome de los precios del crudo, y el hecho de que se han detenido proyectos que suman miles de millones de dólares por su alto costo de exploración y desarrollo de empresas como Dutch Shell, Statoil, Chevron, Qatar Petroleum, Premier Oil, Canadian Natural Resources y Total.
En este panorama, le comentaba que una regulación en exceso o costosa, por parte de la CNH, en donde las condiciones de precalificación para las empresas que buscan participar en la Ronda Uno podrían dejar fuera a varias de ellas, pues uno de los requisitos solicitados es que cuenten con experiencia e inversiones previas en aguas someras, cuando, hasta ahora, el único operador había sido Pemex,
de Emilio Lozoya.
La CNH lo sabe y reconoce, pues de las mexicanas, sólo la asociación de Carlos Slim, a través de Carso Energy y Tabasco Oil Company, o Alfa, de Dionisio Garza, pueden hacerlo, pero el mismo Zepeda y el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, consideran que las empresas mexicanas tendrán que ir asociadas en consorcios (pero no hay regla alguna que lo induzca) para explorar en zonas marinas y, la experiencia de otras como Diavas, de Luis Vázquez Sentíes o Grupo R de don Ramiro Garza, podría ir hacia campos terrestres donde la exploración y producción no son un desafío tan fuerte.
El asunto es relevante porque, a diferencia de procesos de reformistas similares, en países como Brasil, Noruega e incluso Angola no se ha logrado garantizar que sean empresas nacionales las que den impulso a la actividad energética e inclusive no han logrado que haya una adecuada transferencia tecnológica y de conocimiento para que se desarrolle en esos países.
El escenario se volvería más complejo si esta tendencia no se corrige, lo que dejaría fuera a posibles nuevos operadores que impulsen el potencial de la reforma. En provincias de Noruega y Reino Unido las políticas petroleras establecen claramente los procedimientos bajo los cuales las compañías con poca experiencia pueden convertirse en operadoras.
Estas reglas de participación han permitido prolongar la producción de la región por más de 50 años, lo que ha garantizado su éxito. No sobraría que estas consideraciones se incluyan para promover mayor participación
en la industria.
De Fondos a Fondo
Le puedo confirmar un gran cambio en Grupo VivaAerobus, que es filial de IAMSA, que preside Roberto Alcántara y está en sociedad con RyanAIR, que dirige Michael O’Leary, pues ha decidido desarrollar una segunda VivAerobus en Latinoamérica y competir de lleno con Taca, Avianca, Copa, GOL y la misma Aeroméxico. Se llamará Grupo Viva.
Por lo pronto, el que se muda es Juan Carlos Zazua, quien acorde con sus jefes ha decidido dejar todos los puestos administrativos en México y en Monterrey, luego de que ese gupo está creando una oficina central en Panamá y, desde ahí, ya trabaja en el desarrollo de Viva en Latinoamérica.
La dirección general de VivaAerobus se movió totalmente a Monterrey, a partir de este mes, supuestamente para dedicar más tiempo a la operación, renovación de flota, entre otros. Joe Mohan, presidente y COO de Grupo Viva, estará encargado de mejorar el desempeño comercial, la red de rutas, los sistemas de información y estrategia financiera desde la Ciudad de México.
De hecho, al interior ya se sabe que hubo cambio en las líneas de reporte y dicen que si le reportan a Joe Mohan el área comercial, TI, y el área de finanzas, pues las de RH, operaciones terrestres, ingeniería, mantenimiento, seguridad, calidad y legal siguen con Juan Carlos Zuazua. Sorprende porque el doble reporte no dejan en claro si él solo será director de Viva Latinoamerica o también seguirá al frente de México.
Y por último se anuncia la salida del Chief Comercial Officer, Vicent Hodder y el área le reportará a José Mohan, pues en la reestructuración son rutas que también realizaron Volaris, de Enrique Beltranena, Aeroméxico, de Andrés Conesa y Aeromar
de Fernando Flores.
Le comento que la sorpresa corporativa es como la de la industria, porque no se sabe si el control lo tienen en la holding de Grupo Viva en Panamá, lo que sería relevante es que VivaAerobus ahora es emisora de Cebures en la BMV que preside Jaime Ruiz Sacristán, y más aún relevante sería saber si la colocación de deuda tiene que ver con esos cambios, o qué implicaciones tendrá este desafío regional en la operación, planes de corto y largo
plazo de la compañía.