Alejandro Aguilar
EL BUEN TONO
Región.- Mientras 170 mil personas enfrentan inseguridad alimentaria, el desperdicio del 30 por ciento (%) de comida y la falta de apoyo institucional agravan el drama, dio a conocer el Banco de Alimentos de las Altas Montañas.
En los municipios de las Altas Montañas de Veracruz, donde más de un millón de habitantes residen en 50 municipios, el hambre no es un problema de escasez, sino de distribución, desperdicio y, sobre todo, de voluntad política.
A pesar de que la producción de alimentos en la región podría abastecer a 1.5 veces su población actual, según datos del Banco de Alimentos de las Altas Montañas (BAAM), el 17% de sus habitantes, equivalente a 170 mil personas, vive en vulnerabilidad alimentaria. Esta crisis, sin embargo, recibe un apoyo casi nulo de los gobiernos locales: de los 13 municipios donde el Banco de Alimentos opera, solo Córdoba brinda respaldo institucional y logístico a sus proyectos.
Durante una rueda de prensa para anunciar la renovación de su Consejo de Administración, Rodolfo Cordero Perdomo, presidente del BAAM, expuso una contradicción desgarradora: “Nadie tendría que sufrir hambre aquí”.
