AGENCIA
Nacional.- La deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) con proveedores y contratistas alcanzó los 133 mil 901 millones de pesos al cierre de mayo pasado, lo que representa un incremento del 71% respecto a los 78 mil 274 millones de pesos que estaban pendientes de pago al final de 2023. Este aumento pone en duda la estrategia de la empresa para dejar finanzas sanas a la siguiente administración, según especialistas.
A pesar de que la deuda de Pemex se ha reducido en los últimos dos meses, pasando de 148 mil 281 millones de pesos en abril a 133 mil 901 millones en mayo, la disminución de 14 mil 381 millones de pesos o 9.7% es inferior a los objetivos prometidos por el director Octavio Romero Oropeza. Romero había asegurado que la empresa realizaría pagos por 70 mil millones de pesos a sus proveedores y que los pagos pendientes se regularizarían entre mayo y agosto.
En un comunicado reciente, Romero Oropeza enfatizó que “el negocio de Pemex no está en jinetear el dinero de contratistas, sino en el cumplimiento de metas, y solo se logran estas, si se cumple con los compromisos”. Asimismo, el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, reconoció el mes pasado la magnitud del problema y la necesidad de una reestructuración a largo plazo. “Es una deuda grande y es una empresa muy grande”, declaró Ramírez de la O, destacando que la optimización de la deuda será una tarea que tomará años.
Al cierre de marzo, la deuda total de Pemex ascendía a 101 mil 500 millones de dólares. La petrolera ha enfrentado numerosos desafíos financieros, especialmente el año pasado cuando sus pasivos con las empresas se duplicaron. En ese entonces, Pemex solicitó apoyo a la Secretaría de Hacienda, que respondió con una condonación de impuestos por cuatro meses.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) ha señalado que, a pesar de los apoyos del gobierno federal, la deuda de Pemex con proveedores casi se ha triplicado durante el actual sexenio. La mayor parte de las transferencias financieras se ha destinado a la construcción de la Refinería Dos Bocas, lo que ha exacerbado la acumulación de deuda con los proveedores.
La situación financiera de Pemex continúa siendo un desafío significativo para la administración actual y la próxima. La deuda creciente con proveedores y la necesidad de cumplir con los compromisos financieros de manera oportuna serán aspectos cruciales para asegurar la estabilidad y el éxito futuro de la empresa productiva del Estado.