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Incrementa el mal de ‘chagas’

Superiberia

 

Atoyac.- El mal de “chagas” es una enfermedad que año con año va en aumento en cuanto al número de casos y a los lugares donde se va presentando, reconoció Ernesto Pérez Sánchez, responsable estatal de los programas de Paludismo Chagas de los Servicios de Salud de Veracruz.

De acuerdo con el médico, durante el 2011 se presentaron alrededor de 164 casos, mientras que en 2012 se dieron 118, que fueron menos, sin embargo, para este 2013 ya se tienen reportados 16 casos, lo que demuestra que en este también habrá cifras altas.

El médico explicó que debido al cambio climático, la chinche hocicona, que es la transmisora de esta enfermedad en la entidad, ha ido pasando de las zonas rurales a las urbanas y se puede encontrar que en sitios como Pánuco, Tuxpan y Poza Rica, que está enfrentando el mayor número de casos.

Este animal que tiene el tamaño de una cucaracha, vuela y cuenta con manchas blancas y negras en el borde del cuerpo, además de que en la parte de la cabeza tiene una especie de trompa que es la que pica a su víctima. Pese a que se alimenta de sangre de animales y personas, es más frecuente que tenga el gusto de buscar a víctimas humanas.

La chinche, explicó es la transmisora de los parásitos, pues al picar defeca y eso es lo que genera que se transmita la enfermedad, pero únicamente cuando se trata de animales infectados; por haber picado a otra persona o animal que ya tenga la enfermedad.

Pese a ser un padecimiento que cada vez con más frecuencia se presenta en la entidad, mucha gente lo desconoce, por lo que al presentar los primeros síntomas no acuden a revisión médica, lo que ocasiona que el padecimiento evolucione y se convierta en crónico, por lo tanto incurable y prácticamente mortal.

Es por ello, que hizo un llamado a la población a atender las señales de alerta y a vigilar que este insecto no se introduzca en sus viviendas, pues especialmente se esconde en rendijas y techos de palma en zonas calurosas, encontrándose particularmente en las recámaras, por lo que regularmente pican a sus víctimas por la noche.

El médico explicó cuáles son las señales de alerta para detectar este animal, que son un piquete en la cara, hinchazón de un ojo, fiebre alta, dolor de cuerpo, estos padecimientos pueden presentarse incluso durante un periodo de tres meses a partir de la picadura del animal, y es el plazo en el que puede atenderse con medicamento.

De no atenderse en ese periodo de los primeros tres meses, puede convertirse en crónica, lo cual generará afectaciones al tejido muscular y llegar a dañar por lo tanto al corazón, ocasionando mal funcionamiento de este órgano, lo que haría necesario incluso la colocación de un marcapasos a la persona que sufre esta enfermedad.

La otra etapa que se ha encontrado de esta enfermedad es la atípica, que no presenta síntomas y que puede ser más severa, pues sin previo aviso provocaría la muerte de la persona que la padezca.

 

de la redacción

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