CDMX.- Después de un incendio de severidad alta o moderada, las laderas se convierten en superficies descubiertas, desecadas y desprotegidas de las primeras lluvias de la temporada, desencadenando flujos de escombros, indicaron autoridades de Protección Civil.
Añadieron que contienen grandes cantidades de agua, además de un número considerable de residuos orgánicos y/o inorgánicos que fluyen a altas velocidades pendiente abajo y pueden poner el peligro a la población, de ahí la necesidad de la prevención.