Agencias
Veracruz.- En la última década, Veracruz ha registrado un alarmante incremento en la frecuencia e intensidad de incendios forestales y de pastizales, afectando gravemente sus ecosistemas. De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), el estado ha sido uno de los más impactados a nivel nacional. Tan solo en 2024, se contabilizaron 235 incendios que dañaron más de 15 mil 100 hectáreas, convirtiéndose en uno de los años más críticos en cuanto a superficie afectada.
Durante los primeros meses de 2025 ya se han registrado 71 incendios forestales en distintas regiones de Veracruz, afectando más de 500 hectáreas de áreas boscosas, principalmente de pino-encino, matorrales y pastizales. Perote, Huayacocotla, Ixtaczoquitlán y Nogales figuran entre los municipios más afectados en los últimos años.
Junto con entidades como Jalisco, Michoacán, Ciudad de México, Chihuahua, Puebla y Durango, Veracruz concentra el 78 % de los incendios forestales en el país. Lo más preocupante es que más del 25 % de estos siniestros han sido provocados intencionalmente, mientras que otro 20 % están relacionados con actividades agrícolas mal controladas.
El aumento de temperaturas apenas comienza, lo que podría agravar aún más el panorama. Casos como el incendio en la región de Libres, Puebla —visible desde la carretera Xalapa-Puebla—, muestran la gravedad de estos fenómenos, que arrasan con flora endémica y amenazan comunidades enteras.
La prevención es una tarea de todos. Evitar tirar colillas encendidas, botellas de vidrio o latas en caminos y zonas naturales puede marcar la diferencia. Cada bosque, cada pastizal, representa un hábitat, un equilibrio ambiental y una protección para las generaciones futuras. Este no es un tema menor, ni una responsabilidad exclusiva de las autoridades. El llamado es claro: cuidemos nuestro entorno antes de lamentar pérdidas irreparables.
