En una tarde marcada por la tragedia, un incendio arrasó la Central de Abasto del municipio de Tultitlán, Estado de México. Personal de Protección Civil y Bomberos respondió rápidamente al llamado de emergencia, desplegando un esfuerzo conjunto para contener las llamas que consumían uno de los mercados más grandes de la zona.
A medida que las imágenes se difundían en las redes sociales, se observaba cómo las llamas eran controladas, pero el caos estaba presente. Decenas de trabajadores se movilizaron para salvar sus pertenencias, mientras otros eran evacuados por las autoridades para permitir el trabajo de los bomberos.
Los primeros reportes sugieren que el fuego comenzó con una explosión en una bodega de frutas y legumbres, aunque aún se desconoce la causa exacta del incendio. Los bomberos lucharon incansablemente para evitar que el fuego se propagara a los locales cercanos, mientras los locatarios brindaban su apoyo llevando garrafones de agua y mangueras.
A pesar de los esfuerzos, los daños materiales fueron significativos. Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado víctimas mortales, aunque una persona sufrió quemaduras leves mientras ayudaba a retirar un tanque de gas para prevenir una explosión mayor.
En medio del caos, la solidaridad local se hizo evidente. Elementos de la Policía Municipal llegaron para apoyar en la movilidad y resguardo de la zona, mientras los equipos de emergencia continuaban con las labores de remoción y enfriamiento.
Aunque la tragedia deja una marca indeleble en uno de los mercados más importantes del norte del Valle de México, la rápida respuesta de las autoridades y la colaboración de la comunidad ofrecen un rayo de esperanza en medio de la adversidad.