Una tragedia sacudió a India este fin de semana cuando un incendio devastador en un hospital del norte del país dejó al menos diez bebés muertos y 16 gravemente heridos. El siniestro ocurrió entre la noche del viernes y la madrugada del sábado en la unidad de cuidados intensivos neonatales del Hospital Maharani Laxmi Bai Medical College, ubicado en Jhansi, en el estado de Uttar Pradesh.
Según el magistrado del distrito, Avinash Kumar, el incendio comenzó a las 22:45 hora local (17:15 GMT) y afectó a una sala donde se encontraban 54 recién nacidos, de los cuales 44 fueron rescatados con vida por las fuerzas de seguridad. Los bebés sobrevivientes están siendo atendidos en hospitales cercanos debido a las heridas sufridas, algunas de ellas de gravedad.
Las autoridades locales aún no han confirmado las causas exactas del incendio, pero se especula que un cortocircuito en el concentrador de oxígeno podría haber sido el origen del desastre, según declaraciones del viceministro de Uttar Pradesh, Brajesh Pathak.
Este suceso ha conmovido a todo el país, y tanto la presidenta de la India, Draupadi Murmu, como el primer ministro Narendra Modi, expresaron sus condolencias a las familias de las víctimas. Modi, a través de su cuenta en la red social X, manifestó: “El incidente es desgarrador. Mi más sentido pésame a quienes han perdido a sus hijos inocentes. Rogamos a Dios que les dé la fuerza para soportar este inmenso dolor.”
Este trágico accidente resalta las preocupaciones sobre la infraestructura de los hospitales en la India, donde los incendios y otros accidentes debido a condiciones de construcción y mantenimiento deficientes son una problemática recurrente. En mayo de este mismo año, otro incendio similar en un hospital infantil en Nueva Delhi cobró la vida de siete bebés.
El Gobierno estatal, bajo la supervisión de las autoridades locales, continúa los esfuerzos de rescate y asistencia, mientras el país entero lamenta esta dolorosa pérdida.