Miguel Ángel C. Mauss
el buen tono
Orizaba.- El Pico de Orizaba alberga en su cima un tesoro natural de valor incalculable: su último glaciar; sin embargo, lamentablemente, a pesar de la urgencia y la necesidad de tomar medidas drásticas para frenar este desastre ambiental por su derretimiento, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez está inmerso en la inacción, lo que a futuro causará un grave problema de escasez de agua en la zona.
Los empresarios de la zona parecen estar inmersos en la inacción y el temor a alzar la voz en demanda de acciones concretas, debido a que, al “tener cola que les pisen”, prefieren callar.
El derretimiento del último glaciar del Pico de Orizaba no solo es un problema ambiental de gran magnitud, sino también una clara señal del cambio climático y la intervención humana desmedida.
A pesar de que los científicos y expertos llevan años alertando sobre la necesidad de proteger y preservar este valioso recurso, parece que el gobernador ha ignorado por completo esta llamada de atención.
Su falta de iniciativa y acción para implementar medidas de conservación efectivas es incomprensible y profundamente preocupante.
Sin embargo, no solo el gobernador es responsable de esta situación, los empresarios de la zona, quienes se benefician de las riquezas naturales y la afluencia de turistas atraídos por la majestuosidad del Pico de Orizaba, también tienen un papel fundamental en la protección del glaciar.
Es lamentable constatar que muchos de estos empresarios apenas contribuyen al erario público, pagando impuestos mínimos o evadiéndolos en su totalidad, su pasividad a la hora de exigir al gobierno concreto refleja un temor infundado a perder privilegios o enfrentarse a las represalias.
El último glaciar del Pico de Orizaba no solo es un símbolo de la belleza natural de México, sino también un indicador crítico de los desafíos ambientales que enfrentamos como sociedad.
Su desaparición tendrá consecuencias devastadoras para el ecosistema local y para las comunidades que dependen de él.
El gobernador de Veracruz y los empresarios de la zona deben asumir su responsabilidad y actuar de manera inmediata con el fin de revertir esta situación.
