Por alguna razón que no alcanzo a entender, el estado de Veracruz es rehén de la impunidad de la que gozan los disque profesores que otra vez nos incomunicaron con el sureste del país.
Investigando sobre el tema, veo que el grupo que está haciendo este movimiento contra el gobierno y el país está infiltrado por algún otro organismo, como ya lo vimos en el ataque salvaje del día 2 de octubre. También noto que no aparecen los que están pagando el costo de este movimiento, pero además tampoco se descubre bien a bien, qué es lo que quieren lograr y a favor de quién: ¿De la educación?
Debe haber mucho dinero de por medio, pues la razón que aducen es muy poco valiosa, contrastando con el gran daño que le están haciendo al país y al pueblo de ciudadanos, que están pagando el sueldo que están recibiendo.
Ya se sienten intocables, pues amagan con invadir la capital del estado y sin riesgo para ellos; pueden hacerlo, ya que la Policía no los toca y siguen gozando de su sueldo.
¡Qué raro está todo! Cerrar la única comunicación con el sureste del país, según cuesta entre 12 y 15 millones de pesos diarios en pérdida. No sabemos a la fecha cuánto se habrá perdido entre horas-hombre, horas-camión, costo de gasolina, costo de mercancías perecederas que no llegan a su destino, etc. etc.
Este costo lo sufraga el sector privado, y a cambio de esto, nos van a subir los impuestos.
El equipo que dice que sí sabe gobernar, yo creo que se le olvidó cómo, porque el país cambió durante dos sexenios y ahora además de la economía en el suelo, el índice de criminalidad no tiene control, pues lo que hacen los “profes” es un delito contra la población y contra el Estado.
Chuayffet, secretario de Educación, se la pasa amenazando por radio y televisión, pero acciones concretas, ninguna.
Ya deberían estar presos los dirigentes; una cosa es demandar justicia y otra ser delincuente, violando todos los artículos de la Constitución.
En esta ciudad de Córdoba, todavía sigue montado el show del mercado del pueblo y sabemos que un gran número de maestros quisieron regresar a su trabajo, pero los líderes del movimiento se los impiden y los amenazan.
Como siempre, los líderes son los que quieren seguir con sus prebendas y su corrupción. El sistema no ha podido convencer al gremio, de que la reforma propuesta por el gobierno, no daña al profesorado de ninguna manera, pero sí les quita a los líderes las prebendas que tienen y que no desean perder.
Venta de plazas y venta de
posiciones
Lo mismo hará el funcionario de gobierno encargado de hacerlo, pero con esta maniobra el sistema ganará lo que pierden los líderes actuales.
Total, como siempre lo que se pelea es: poder y dinero.
El sindicato, valiéndose de sus borregos, y el gobierno valiéndose del aguante de la población que paga.
¿Nuevo PRI? ¿No habrá alguien que los tenga bien puestos?
