Agencias
XALAPA.- Veracruz ha sido severamente afectado por la corrupción y desfalcos bajo las administraciones de Miguel Ángel Yunes Linares y Cuitláhuac García Jiménez, según el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis).
Durante la gestión de Yunes Linares (2016-2018), se registraron 68 denuncias por un daño patrimonial que supera los 2 mil millones de pesos. Mientras tanto, García Jiménez (2018-2024) acumula 127 denuncias tan sólo en cuatro años, con un daño reportado de 287 millones de pesos. Aunque las cifras son menores en el caso del actual gobernador, la cantidad de denuncias expone un preocupante incremento en la frecuencia de desvíos de recursos.
A pesar de las denuncias interpuestas por el Orfis, los responsables de estos desfalcos no han sido sancionados, y los avances en la recuperación de los recursos malversados son inexistentes.
La inacción en el combate al desvío de recursos no sólo afecta la credibilidad de los gobiernos en turno, sino también la del Orfis, que debería fungir como garante de la transparencia.
La percepción de corrupción no se limita a las administraciones estatales; alcanza a las instituciones encargadas de fiscalizarlas, dejando al ciudadano en un estado de indefensión frente al saqueo sistemático del patrimonio público.