AGENCIA
CDMX.- Más problemas que soluciones son lo que traería consigo una prohibición a los fulles, ya que lejos de impactar positivamente en la seguridad vial, una medida de esa magnitud generaría graves daños para la logística del país, aumentaría la contaminación y encarecería los precios de por sí ya elevados por la alta inflación, pero principalmente no aportaría en la protección de vidas que buscan las autoridades, así lo destaca Víctor Aguilar, director de Transportes de Grupo CICE.
Resalta que los doble articulados cumplen con un rol clave en diversos segmentos relevantes para la economía, por lo que sustituirlos por remolques sencillos también acrecentaría la escasez de operadores y generaría más complicaciones viales ante un aumento de unidades para movilizar las mercancías requeridas; entre otros efectos adversos.
El transportista con más de tres décadas de experiencia menciona que ante este tipo de debates, como el generado por la iniciativa analizada por diputados para prohibir la circulación de los fulles, el sector y las autoridades deberían adoptar ese impulso para retomar y reforzar aspectos que sumarían a la seguridad vial e incluso aumentarían la productividad y eficiencia del autotransporte, como mejores regulaciones e inspecciones, así como una adecuada capacitación de los operadores.
Aguilar destaca que los fulles son una de las configuraciones más seguras del autotransporte, por lo que si las autoridades buscan atender el tema de seguridad vial primero debería abordarse al conjunto que más incidencia tiene en los accidentes viales, que es el de los vehículos particulares. No obstante, reconoce que es necesario que el autotransporte no pierda de vista la capacitación constante y eficiente de sus operadores, y al mismo tiempo procurar su bienestar físico y emocional.