POR: Andrés Timoteo / COLUMNISTA
Faltan seis meses para que se realicen los comicios que renovarán los 212 Ayuntamientos de Veracruz, que serán el domingo 4 de junio, y ya está el rejuego de aspirantes y suspirantes a ocupar las sillas municipales. En ese tenor, los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), ya anticiparon que mantendrán la alianza que en este 2016 les resultó exitosa, pues no sólo ganaron la Gubernatura, sino obtuvieron 13 de las 30 diputaciones distritales.
Y entre las alcaldías a disputarse, la de Córdoba es una plaza apetitosa que quieren recuperar tanto el PRI como el PAN. Sí, así como se oye, el panismo pretende recuperar la alcaldía, pues en Xalapa se acusa que desde hace tiempo el munícipe Tomás Ríos Bernal, comprometió la plaza a la fidelidad a consejo de dos personajes que mangonean al partido blanquiazul en la zona, los exdiputados federales Juan Bueno Torio y Víctor Serralde Martínez –o como se llame en realidad-.
El panismo yunista que hoy domina el escenario azul tiene cuentas pendientes con los cordobeses que jugaron en contra de Miguel Ángel Yunes Linares en las elecciones pasadas y ahora pretende quitarles el control político de la zona. No se olvide que el Comité Directivo Municipal todavía es manejado por Serralde Martínez –o como se llame- a través su chalán, el regidor, exyerno de Ríos Bernal. También en un hecho de que no será elegida la candidata perdedora, quien es otra de las favoritas de Ríos Bernal, pero que ya fue derrotada –sospechosamente- en los comicios a la Diputación Local. Asimismo, en el desamparo se encuentra el exalcalde y Diputado Local saliente, Hugo Fernández Bernal, quien no fue incluido en ningún cargo dentro del gabinete de Yunes Linares, ni de primera línea ni de segunda, aún cuando él mismo se promocionó como futuro subsecretario de Educación.
Es decir, no obtuvo ni una Secretaría ni Subsecretaría y ni siquiera, hasta la fecha, ha sido llamado para ocupar alguna dirección o coordinación. Sin embargo, la sorpresa que está por sacudir a los panistas cordobeses es la posible postulación de alguno de los propietarios del periódico Coludido, según se mastica en los merenderos políticos. Se sabe que los hermanos Marisol y Raúl Arróniz de la Huerta, han tenido acercamientos con el gobernador Yunes Linares, pues ambos pretenden vestir las siglas de la alianza PAN-PRD para la diputación municipal.
No hay que olvidar que en el proceso electoral pasado, la candidatura panista a la diputación local iba a ser para Marisol Arróniz pero ésta renunció súbitamente luego de que supuestamente fue presionada desde el Gobierno Estatal para desistir de competir electoralmente por Acción Nacional. Ahora la señora vuelve al ataque en pos de suceder a Ríos Bernal.
Los allegados al primer círculo de Gobierno aseguran que el más insistente –casi desesperado- por ser abanderado es Raúl Arróniz, quien no para de atosigar al gobernante para que lo apadrine. No obstante, para su mala suerte la candidatura a la alcaldía de Córdoba entraría dentro de la llamada “cuota de género” y correspondería a una mujer encabezar la fórmula electoral. Ahí le lleva ventaja la hermana, salvo que el interesado se ponga una falda para competir, ¿no creen?
Ambos empresarios suspiran por el abanderamiento panista y ha trascendido que Yunes Linares podría decantarse por alguno de esos dos, aun cuando los verdaderos panistas pongan en grito en el cielo. ¿Será posible la imposición cupular de alguien que nunca ha militado? No sería la primera vez y ahí dependerá de la militancia cordobesa si acepta tal decisión. Los que se frotan las manos con esa postulación son los del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), pues, según dicen, les aseguraría el triunfo municipal.
En el rejuego de las precandidaturas panistas está también la exdiputada federal, Leticia López Landero y el director de Desarrollo Urbano del ayuntamiento, José Medina Rahme, aunque este último tiene la mala fama de pertenecer al equipo de Ríos Bernal y ser su socio en algunos proyectos inmobiliarios, es decir, está “besado por el diablo” . Si se aventura a buscar la nominación no faltaría quién le saque los trapos sucios al tendedero mediático. Recuerden que eran los del “vamos bien y viene lo mejor”.
CORDOBESES RELEGADOS
Por cierto, a petición de un amable lector, cabe hacer una aclaración de lo mencionado en un texto pasado cuando se dijo que no había cordobeses en la primera línea del gabinete de Yunes Linares. Si hay uno y es Enrique Pérez Rodríguez, titular de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV). Sin embargo, la llegada de Pérez Rodríguez al organigrama estatal no tiene nada que ver con los grupos panistas de Córdoba, sino porque siempre ha sido cercano a Miguel Ángel Yunes Linares. De hecho, es su suplente en la Diputación Federal, que ambos dejaron vacante tras solicitar licencia a la misma.
Otro cordobés incluido es el abogado y profesor Ricardo Gómez Leyva, quien ocupa la Subsecretaría de Educación Básica. Gómez es una persona reconocida en la Ciudad de los Treinta Caballeros, pues fue fundador del PRD, además de su vocación de izquierda desde los tiempos del Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Su familia siempre ha estado involucrada en la lucha magisterial. Su hermano es Adrián Gómez, director de preparatoria en una conocida institución particular.
Un tercero es Alfredo Grajales Jiménez, quien ocupa la dirección del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Veracruz (Icatver). Por cierto, Grajales hizo una maestría en la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), así que Yunes Linares deberá revisarle el diploma porque seguramente agarró de tontos a los funcionarios que lo llamaron, presentándoles un título “patito”, es decir, sin valor legal, como todos los que expide la UPAV a cambio de un pago generoso.
La cuarta inclusión es polémica porque se trata del priista José Cobián, quien es asesor del secretario de Desarrollo Económico, Alejandro Zairick Morante. Causa estupor porque este señor, quien fue alguna vez candidato de Convergencia a una diputación y luego brincó al tricolor y hasta hace unos meses era promotor de la candidatura de Héctor Yunes Landa. Además de que un día se ostenta como empresario y otro como periodista, pero no es ni lo uno ni lo otro.
Con el escapulario de pertenecer a la iniciativa privada, era famoso por pastorear a algunos empresarios para no ser críticos con el Gobierno de Duarte de Ochoa y recibirlo a él y a sus colaboradores, especialmente al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, con abrazos y apretones de mano cada vez que celebraban reuniones en la ciudad para tratar el tema de la ola de violencia que castigaba a la ciudad.
Por si fuera poco, el asesor de Zairick está atrapado en un conflicto de intereses, porque desde el sexenio de la fidelidad es arrendador de un edificio a la Dirección General de Patrimonio del Estado, y aparece en las listas de deudores sospechosos que reclaman el pago al Gobierno Estatal. Vaya ficha. En fin, en la nueva Administración Estatal hay un desaire a los cordobeses, esencialmente los ligados a grupos panistas locales, lo que refuerza la teoría de que el yunismo le cerró el paso a las ‘cartas marcadas’ de personajes con Serralde Martínez -o como se llame en realidad-, Gerardo Buganza, Juan Bueno Torio y Tomás Ríos Bernal.
LOS XV DE RUBÍ
Incendia las redes sociales y también la prensa tradicional, obligada a cubrir tal fenómeno iniciado en la esfera virtual, la expectativa por la fiesta de una jovencita potosina de nombre Rubí. En las últimos días hubo furor por el video que sus padres colgaron en la web invitando “a todos” para ir al festejo de la quinceañera, a celebrarse el 26 de diciembre en el poblado La Joya, y la invitación se hizo global. Al menos un millón de personas han visto la videograbación y aseguran estar listas para ir al festejo.
Hasta la biblioteca virtual Wikipedia ya incluyó a “Los XV de Rubí” en el listado de fiestas importantes del municipio Villa de Guadalupe, con la respectiva convocatoria, hecha por el padre de la quinceañera, para que los asistentes disputen una “Chiva de 10 mil pesos” –que es el premio de una carrera de caballos-. El caso es inédito porque también rompió los celos de las poderosas televisoras, Televisa y TV Azteca, las cuales han recibido en sus foros a Rubí y a sus padres, sin reclamar exclusividad o imponer los tradicionales vetos. La noticia ha rebasado fronteras y se han ‘viralizado’ los llamados memes, que es parte de la interacción de la comunidad cibernauta. ¿Qué es lo que sucede? El fenómeno mediático es digno de una tesis universitaria, porque se trata del síntoma de ansiedad del pueblo por tener cosas bellas en las que enfocar su atención frente al horror, el hastío y la repulsión que hay en el País.
¿No es mejor compartir la ilusión de Rubí por su fiesta de quince años, anotarse como invitados y después sentirse decepcionados por la “desinvitación” -hecha por su padre ante tanta gente interesada en ir- y más tarde reconfortarse por la “reinvitación” que volvió hacer la familia Ibarra García, que estar sufriendo por la tragedia nacional? Y hacerlo no es algo malo, tampoco una irresponsabilidad, sino una válvula de escape de una sociedad tan atribulada.
Hartos de noticias de muerte y de corrupción, los mexicanos están embelesados por una causa inocente, que retrata la tradición familiar, que recuerda que hay gente buena, que los transporta hasta una pequeña comunidad de provincia, que llama a todos para compartir la alegría de una adolescente que llegará a la llamada “edad de las ilusiones”. ¿No es mejor eso que ocuparse de gente como Javier Duarte o Roberto Borge, o leer sobre los asesinados de todos los días, las torpezas de Enrique Peña Nieto o el futuro incierto con Donald Trump en la presidencia de los Estados Unidos?
Entonces, el festejo de los quince años de Rubí, más que un distractor es un mecanismo de escape popular ante el hartazgo de personajes tan desacreditados y desagradables que se tienen en todos los ámbitos: político, empresarial, religioso e incluso artístico.