De la Redacción
El Buen Tono
Calcahualco.- A pesar de los devastadores incendios forestales que se registraron en la zona montañosa durante la última semana, el saqueo de los bosques en Calcahualco, Alpa-tláhuac y Coscomatepec continúa sin detenerse.
El aumento considerable del derribe de árboles, la circulación de camiones cargados con troncos de pino, cajas de madera y costales de carbón, son una evidencia preocupante de la omisión, que también es corrupción, de las autoridades para la conservación del medio ambiente en la zona.
Las más de 150 hectáreas de bosque consumidas por el fuego en Atotonilco, resultaron insuficientes para detener a los talamontes, quienes se mantienen explotando los recursos naturales de la región sin considerar las graves consecuencias ambientales que provocan.
Mientras las llamas arrasaban con la vegetación, se observaba a los ciudadanos dedicados a la elaboración de cajas, circulando con camiones al tope de trozos de madera para su uso, lo que generó un debate entre activistas preocupados por la conservación de la naturaleza, y personas a las que esa situación las tiene sin cuidado ni zozobra.
Este comportamiento irresponsable plantea interrogantes sobre quiénes son los guardianes del medio ambiente en el territorio.
Mientras algunos luchan por proteger y preservar los recursos naturales, otros continúan saqueando los bosques sin considerar las graves repercusiones que conlleva para el ecosistema y la biodiversidad local.
Es imperativo que se tomen medidas urgentes para detener esta actividad ilegal y proteger los bosques de la zona montañosa.