Córdoba.- La “ola” de secuestros en la zona Centro sigue imparable, y mientras las autoridades duermen en sus laureles, los delincuentes siguen haciendo de las suyas en la región, ante estos hechos diversos negocios han tenido que cerrar.
La noche del pasado viernes privaron de su libertad al hijo de un comerciante maicero, en el municipio de Yanga, donde presuntamente cuatro sujetos armados ingresaron a la vivienda del negociante y sustrajeron a uno de sus primogénitos.
En otra parte del mismo municipio, se presume que fue sustraído del interior de su vivienda y por la fuerza, al esposo de una maestra vecina de San José del Corral, quien imparte clases en un kínder del municipio de Cuitláhuac.
En días pasados un empresario de la comunidad El Cuajilote, fue plagiado después de que hombres armados ingresaron a su vivienda y lo sacaron por la fuerza.Dicha persona responde al nombre de G.R.C., al cual se lo llevaron a bordo de dos camionetas tipo Jeep.
Hace unos días, una joven de Paso del Macho fue secuestrada en plena carretera que conduce de Córdoba hacia Atoyac.
Se trató de la hija de un importante restaurantero, la cual fue privada de su libertad el pasado viernes, cuando trasladaba a un familiar a consulta.
Tras haber sido emboscada, fue “levantada” y liberada, luego de que sus familiares pagaron una importante suma de dinero, teniendo que pedir incluso prestado para juntar los recursos que les fueron requeridos.
Otro caso más se dio en Omealca, el pasado 20 de junio, donde una mujer fue privada de su libertad en la comunidad de La Palma del municipio de Omealca, quien ese día debía firmar los documentos de una presunta herencia, situación que fue incorporada a la línea de investigación, tras la solicitud de auxilio de familiares, quienes temen por su vida, debido a que aún no aparece.
También en Orizaba
El pasado 27 de junio, dos empresarios orizabeños fueron privados de su libertad, cuando habían acudido a la zona de los 500 Escalones a realizar ejercicio.
Los hechos ocurrieron cerca de las 07:00 horas, luego de que el exsíndico municipal y empresario transportista, Guarino Castelán Crivelli y su amigo, José Ramón Avelaira Martínez, arribaran al área del estacionamiento del lugar, a bordo de una camioneta Honda CRV, color gris plata, con placas de circulación YJL-4059 del Estado, propiedad del exfuncionario, donde se dispusieron a hacer ejercicio.
Después de varias horas de no reportarse con sus familiares, estos dieron aviso a las autoridades, las cuales guardan total hermetismo sobre el tema.
De manera extraoficial, se conoció que al parecer la familia Castelán ya había recibido una llamada solicitando un monto de más de 20 millones de pesos, pero hasta el momento esta información no ha sido confirmada por alguno de ellos.
