Un pequeñito risueño es sin duda, Iker Santiago Hernández Páez, quien la mañana del domingo 12 de enero, fue llevado a la pila bautismal de la parroquia de San José Obrero, para cumplir con el primer sacramento de Dios.
Gran bendición ha sido Iker para sus padres, David Hernández Hernández y Alejandra Páez María por lo que deseando que Cristo lo cuide desde estos primeros meses de vida, lo presentaron orgullosos ante él.
Feliz de poder cuidarlo, así como de protegerlo durante el resto de su vida y de que cumpla con su educación cristiana se mostró en esa mañana Gabriela Puga Sánchez, madrina del pequeñito quien orgullosa aceptó el compromiso para que Iker sea un hombre de bien.
Recibiendo en su cabecita las aguas bautismales, el pequeñito se convirtió en hijo de Dios, ante la presencia de familiares y amigos de sus papás quienes deseando compartir ese acontecimiento se dieron cita.
Testigos de esa especial mañana fueron también Blanca María Alvarado y Guadalupe Hernández, abuelitas del chiquitín quienes durante la celebración no dejaron de rodearlo de gratas atenciones y buenos deseos.
Teniendo como escenario un salón de la ciudad, la familia Hernández Páez compartió con sus invitados la celebración por el bautizo de su primogénito, por lo que en medio de un ambiente de alegría y júbilo todos disfrutaron de ese momento siendo el principal protagonista el hermoso Iker Santiago.
MÛnica Chico
El Buen Tono
