México.- Las investigaciones que surgieron para localizar a los normalistas de Ayotzinapa han dejado al descubierto que los municipios de Iguala, Cocula y Taxco forman un corredor en el cual la desaparición de personas se ha convertido en una epidemia, ya sea por los secuestros extorsivos y los reclutamientos de jóvenes, cometidos por los grupos delincuenciales, así como por las desapariciones forzadas hechas por fuerzas públicas.
Ya que por este corredor pasa la mayoría de la goma de opio que baja de los municipios serranos de Guerrero e inunda de heroína el mercado estadunidense, la zona se ha convertido en un brote de fosas clandestinas que desde el hallazgo de 55 cadáveres adentro de una mina de Taxco, en 2010, las autoridades debieron estar alerta.
César Miguel Peñaloza, alcalde de Cocula desde el 1 de octubre de 2012, cuando tomó posesión, ha enfrentado diversas crisis por la falta de seguridad. Asesinaron al director de Seguridad Municipal y dos de los policías que lo escoltaban resultaron heridos en un atentado
contra él.
En marzo de 2013, en una misma jornada, 14 personas fueron secuestradas. Y cuestionado sobre cuántas regresaron, contestó: “Desafortunadamente por el temor de que no regresen, muchos no denuncian y no tenemos conocimiento. Sabemos que por unos pidieron rescate, y a quiénes dieron los liberaron”. No obstante, según el diario El Sur, sólo regresaron cinco.