México D.F.- Los cuerpos calcinados de cinco personas fueron encontrados anoche dentro de una camioneta quemada en el municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero, de acuerdo con reportes de autoridades ministeriales.
El hallazgo del vehículo abandonado se realizó en el punto conocido como crucero a Acatlán y fue reportado a las 21:00 horas, según informes de la Policía municipal.
Dos de los cuerpos ya fueron identificados por las autoridades. Éstos forman parte de un grupo de cinco profesionistas reportados como desaparecidos desde el pasado miércoles 26 de noviembre, entre ellos un empresario constructor y dos arquitectos.
Según el jefe de Seguridad Pública de Chilapa, Job Encarnación, las dos víctimas fueron identificadas por un familiar como Hugo y Alejandro Díaz Navarro, comerciantes originarios de Olinalá pero afincados en dicho municipio. Apenas ayer arribaron a Chilapa unos 500 soldados del Ejército Mexicano y 30 policías estatales para reforzar la seguridad ante la disputa por la plaza de grupos del crimen organizado.
El pasado jueves 27, en esa misma comunidad, fueron encontrados 11 hombres decapitados y semiquemados en las inmediaciones del crucero que conduce al poblado de Ayahualulco, ubicado sobre la carretera federal Chilpancingo-Tlapa, a ocho kilómetros de la cabecera municipal.
Junto a los cadáveres, que estaban colocados “en batería” sobre el acotamiento del camino, los victimarios colocaron una manta en una cerca de alambre de púas con el siguiente mensaje: “Ahí les va su basura ja ja ja…Putos Ardillos chaqueteros de mierda. Atte.
La mera riata” (sic). Además, este sábado se reportó que un grupo armado se llevó por la fuerza a cinco hombres, entre ellos a un empresario constructor y dos arquitectos que ejecutaban un proyecto del programa Escuelas de Calidad, en una zona marginada de Chilapa de Álvarez.
El hecho se registró el pasado miércoles 26 en las inmediaciones del poblado de El Jagüey, lugar colindante con el municipio de Quechultenango donde sicarios al servicio de Los Ardillos y Los Rojos mantienen una brutal confrontación que se ha recrudecido esta semana y ha dejado durante este año al menos 18 desaparecidos y varias personas asesinadas.
Los familiares de las víctimas acusaron al presidente del Congreso, el diputado local del PRD, Bernardo Ortega y sus hermanos Celso y Antonio, identificados por autoridades federales como líderes del grupo delictivo Los Ardillos, de ser los responsables de la desaparición de
estas personas.
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