México, D.F.- La noche que Antonio Torres Servín suponía sería la del renacimiento de los Pumas, terminó siendo la peor noche del entrenador felino, que desde el área técnica tuvo que soportar una tormenta, un berrinche de Luis García y los cuatro goles que le metió el América a su equipo en la cancha del Estadio Olímpico Universitario.
Tres goles en el primer tiempo bastaron para que el conjunto de Coapa ganara su sexto juego en fila ante los auriazules, que desde que Miguel Herrera se convirtió en su estratega no han perdido ni en Ciudad Universitaria ni en el Estadio Azteca.
Récord perfecto del “Piojo” contra los del Pedregal, que comenzaron a caer cuando Miguel Layún los sorprendió con un golazo de fuera del área al minuto 26.
Fernando Espinosa dejó que Luis Ángel Mendoza llegará hasta línea de fondo y sacara un centro que se paseó por toda el área. Layún, quien se unió al ataque prendió la pelota de primera intención y la clavó en el ángulo superior izquierdo de la portería de Alejandro Palacios.
Un gol parecía una misión no tan complicada, pero sí para Pumas que apenas suma dos goles en la temporada. Sin embargo, lejos de emparejar el marcador, los felinos volvieron a cometer un error y el América lo aprovechó para incrementar la ventaja por medio de un cabezazo en un tiro de esquina al minuto 31.
Los pronósticos no eran buenos para los de casa y empeoraron cuando Luis García explotó contra Antonio Torres Servín por sacarlo de la cancha al minuto 32. El español reclamó al estratega por el cambio, se hicieron de palabras hasta que el delantero optó por salir hacia los vestidores.
El último pincelazo de la obra del América en CU lo realizó Luis Gabriel Rey al minuto 66.
En la parte final Pumas tomó un poco de ánimo y descontó el marcador con un gol de Martín Bravo, quien definió la única pelota con cierto peligro que tuvo en los 90 minutos, para dejar así la pizarra final en 1-4, la hegemonía americanista más sólida que nunca y la cabeza de Antonio Torres Servín pendiendo de un hilo.
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