Se jugó con otra mística y por momentos recordé aquella proeza olímpica cuando se mostraba personalidad.
Mientras que los agoreros del infortunio se regodeaban con el mal momento del representativo nacional en el futbol, los mercaderes del equipo de todos, ¿o sólo de ellos?, se desgañitaban ante la proeza del triunfo ante los elefantes de Costa de Marfil. Ni una ni otra.
Se trató de un buen partido de preparación ante el equipo africano que actualmente está en la posición 18 de la clasificación de la FIFA, México está en 20, y si le sirve el dato para documentar el debate de la sobremesa, Panamá, nuestro más reciente némesis, está en el peldaño 40.
Sin duda que el resultado del miércoles por la noche es relevante de cara a la confianza perdida en los anteriores cotejos, a la ineficacia en todos sentidos que parece ser un tema del pasado, o sólo una racha negativa, de esas que los deportistas tarde o temprano encuentran en su destino.
Las notables actuaciones de algunos elementos como Oribe Peralta, Ángel Reyna, Giovani dos Santos, así como los jóvenes defensas Diego Reyes y Héctor Moreno, de la mano de la veteranía del debutante Chaco Giménez, así como Fernando Arce, parecen haberle dado el sosiego y motivación que parecía haberse esfumado.
Sin duda que se jugó con otra mística, por momentos recordé aquella proeza olímpica cuando el equipo presentaba personalidad y jerarquía, mostrando a los rivales, incluido Brasil, que no era un equipo débil sino todo lo contrario.
Fue, pues, un reencuentro muy necesario de cara a los partidos de principios de septiembre, en los que, de seguir por ese camino, no tengo la menor duda de que se obtendrá el boleto a Brasil.
Las innumerables llegadas al arco del equipo africano se sustentaron en una rotación al frente donde Gio, Reyna, Chaco y Peralta desbalancearon una y otra vez a los rivales, la dinámica y fuerza que se mostró al frente son un oasis en el desierto ofensivo por el que atravesaba el equipo nacional.
Lo dicho, ni una ni otra, sin embargo, la actitud y el deseo que se habían esfumado aparecieron en Nueva Jersey, toda una dosis de confianza ante los negativos resultados que se habían presentado durante todo el Hexagonal final rumbo a Brasil 2014.
Aparentemente la decisión de no violentar los procesos con cambios de rumbo súbitos, ante los que exigían la salida del Chepo de la Torre, llevará el buque a buen puerto. La inteligencia con la que se actuó por parte de nuestros directivos parece, hasta ahora, ser la acertada.
Ojalá.
