Buenos Aires.- El caos, la destrucción, la bronca y la barbarie, se apoderaron de las estaciones cabeceras de trenes en esta ciudad, cuando el sindicato de los conductores de trenes decidió hacer una huelga sorpresiva, para reclamar el pago del decimotercer salario, que debe pagarse en estos días.
Filas de hasta 300 metros para regresar a casa desde el trabajo, peleas e insultos, poblaron las estaciones de Retiro, Once y Constitución, por una medida sindical que afectó al servicio de trenes metropolitano.
Todo comenzó después del mediodía, pero al caer la tarde, enfurecidos pasajeros, como en otras tantas oportunidades, atacaron a piedarazos e incendiaron la entrada y el hall de la estación Constitución, casi una réplica de la Victoria Station de Londrés.
Miles de personas que intentaban volver a sus casas debieron soportar la espera de horas para abordar un bus que los acerque a sus casas. Por el colapso, las unidades de buses circulaban repletas.
“Todo esto es una hijoputez. Voy a llegar a mi casa a la una de la mañana”, aseguraba un joven que quería llegar a la localidad bonaerense de San Vicente.
Si bien el sindicato de La Fraternidad, aseguró que la huelga es por la falta de pago, se estima que se debe a la decisión gubernamental de colocar cámaras en cabinas de los conductores, después del accidente de hace dos semanas en la Estación Castelar del ferrocarril Sarmiento.
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