Orizaba.- Un sinnúmero de comerciantes y hasta renta de sillas por parte de hoteles de la ciudad, fue el resultado que dejó el desfile que se llevó a cabo ayer.
Mediante un recorrido por el camino sobre el que circularon las comparsas y carros alegóricos, se pudo observar la presencia de globeros, vendedores de frituras, alimentos preparados, pizzeros y fruteros, entre otros, quienes aprovecharon la presencia de miles de ciudadanos para realizar sus ventas y lograr alguna ganancia.
Y es que a pesar de que la presencia de ambulantes está prohibida en el primer cuadro de la ciudad, el día de ayer no sufrieron la persecución ni acoso de las autoridades, ya que el objetivo fu e brindar servicios a quienes asistieron al evento.
A las afueras de un hotel sobre Oriente 6, los empleados dispusieron de más de 20 sillas rentadas a los espectadores a un costo de cinco pesos por cada una, obviamente los clientes optaron por pagar y obtener un lugar cómodo y a la sombra, mientras disfrutaban de los malabares, coreografías y escenarios de los contingentes.
Al terminar el desfile los asistentes huyeron del intenso calor y recurrieron a las sombras de los edificios, las calles quedaron llenas de papeles, botellas y demás desechos propios de un evento de la naturaleza del desfile.
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