Huatusco.- En la Ciudad de los Pianos lo que suena son los balazos. En la tranquilidad de la noche gente armada irrumpe en una dormida Huatusco, a la que le arrebatan el sueño.
Hasta la alcaldesa de Totutla, Mayra Paredes, se deja llevar por la psicosis y pide que nadie salga por temor a ser lesionados por una bala perdida.
Las redes sociales enloquecen: “viene un convoy de 10 camionetas”, “nadie salga, andan levantando gente”. Cunde la desinformación.
Las calles de Huatusco lucen vacías, se habla del cierre de la carretera federal a Xalapa. Mientras tanto el enfrentamiento se recrudece en Sochiapa. En la base de la Fuerza Civil permanece la patrulla atacada, a la que no alcanzaron a prenderle fuego.
Dentro de una Nissan X-Trail quedan tres personas sin vida, un AK-47, que tiene pinta de ni siquiera haberse utilizado y una pistola tipo escuadra sobre las piernas de una mujer.
Los cuerpos destrozados por las balas llegan minutos después a la morgue en una carroza escoltada por una patrulla de la Policía Municipal de Huatusco.
La perito y personal de la funeraria literalmente corren para meter los cadáveres al edificio. Una segunda carroza es guardada a toda prisa en el estacionamiento, como si llevara algo que se desea ocultar, aunque el saldo oficial es sólo de tres muertos.
Se rompe de nuevo la tranquilidad en el municipio chicatanero, donde la delincuencia no da tregua. Se piden cadenas de oración para que haya paz. La patrulla permanece en su lugar, como un trofeo; no la pudieron incendiar.