AGENCIA
Internacionl.- Cada 2 de mayo se celebra el Día Internacional contra el Bullying o el Acoso Escolar, una fecha que busca concienciar sobre el riesgo que representa el acoso escolar para niños y jóvenes en todo el mundo.
Esta conmemoración, instaurada en 2011 por asociaciones de padres y organizaciones no gubernamentales, tiene como objetivo llamar la atención sobre este problema y establecer protocolos de actuación para prevenir y combatir el bullying. El símbolo del lazo púrpura representa la lucha contra esta grave amenaza para la población infantil y juvenil.
El acoso escolar, también conocido como bullying, se refiere a cualquier acto de violencia verbal, física o psicológica perpetrado por uno o más estudiantes contra otro estudiante en un entorno educativo, con el propósito de intimidar, controlar o someter mediante contacto físico o manipulación psicológica. Estas acciones suelen ocurrir dentro de las instalaciones escolares y durante el horario escolar.
Para que un acto sea considerado bullying, debe presentar dos características principales:
Abuso de poder: Consiste en comportamientos reiterados de agresión física, intimidación o amenazas por parte de uno o más estudiantes para humillar y transgredir emocionalmente a otro estudiante, con el propósito de someterlo.
Repetición y sistematicidad: Se refiere a la persistencia de la actitud violenta con el objetivo de vulnerar la condición física y emocional de la víctima, violando las normas y valores establecidos en la escuela.
El informe “Ocultos a plena luz” publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en 2019, destaca el alcance de la violencia contra niños y niñas en todo el mundo. Los datos revelan que algo más de 1 de cada 3 estudiantes de entre 13 y 15 años sufren acoso escolar a nivel global.
En Samoa, la proporción llega a casi 3 de cada 4. Asimismo, casi una tercera parte de los estudiantes de 11 a 15 años en Europa y América del Norte admitieron haber intimidado a otros compañeros.
Para detener el acoso escolar, es necesario detectarlo, denunciarlo y actuar para erradicarlo. Recopilar pruebas como mensajes de texto y capturas de pantalla de publicaciones en redes sociales puede ser crucial para demostrar el acoso y tomar medidas correctivas. No solo las víctimas pueden denunciar, sino también sus padres, familiares, maestros, directores, amigos y cualquier integrante de la comunidad escolar.
En México, la mayoría de las entidades federativas cuentan con leyes para prevenir y erradicar el acoso escolar, estableciendo directrices para planes de intervención, obligaciones y competencias de las autoridades, y sanciones para el personal docente en caso de incumplimiento.
En el marco del Día Internacional contra el Bullying, es esencial crear conciencia desde el hogar y las escuelas para poner fin a esta problemática. Como parte de la sociedad, no podemos ser indiferentes ante una situación que afecta a miles de niños y jóvenes en todo el mundo. Es necesario trabajar juntos para crear un ambiente seguro y libre de acoso, donde todos los estudiantes puedan aprender y desarrollarse sin miedo ni violencia.