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Nacional.- El 30 de octubre tiene un significado especial en el contexto de las festividades mexicanas del Día de Muertos. Según la tradición, es el día en que las almas de los difuntos olvidados (aquellos sin familiares, los huérfanos o quienes no fueron bautizados) regresan al mundo de los vivos. Esta llegada de almas se inscribe dentro del calendario de la celebración del Día de Muertos, que inicia el 27 de octubre y culmina el 2 de noviembre, en un tributo a quienes ya no están. De esta manera, el 30 de octubre se convierte en una fecha de homenaje para recordar a aquellos que, de otro modo, habrían quedado en el olvido, iluminando su memoria con velas y flores en altares.
La Noche del Diablo: travesuras y leyendas
Además, la noche del 30 de octubre también es conocida como la “Noche del Diablo” en algunas regiones del Medio Oeste y noroeste de los Estados Unidos. Con raíces que datan de finales del siglo XIX en Irlanda, esta noche se ha convertido en una ocasión para realizar travesuras y jugar bromas, muchas veces con un nivel que puede resultar en daños materiales. En ciudades como Detroit, ha ganado notoriedad por actos de vandalismo, lo que lleva a las autoridades locales a recomendar precauciones adicionales, especialmente en vecindarios de alto riesgo.
Para los residentes de estas áreas, el 30 de octubre es una noche donde las leyendas de duendes y hadas irlandesas cobran vida, imbuida de travesura, misterio y un sentido de precaución. Así, este día no solo honra a los difuntos olvidados en México, sino que también revive antiguas tradiciones de diversión y alerta en otras partes del continente, mostrando la rica diversidad cultural que se entrelaza en estas conmemoraciones.