Culiacán, Sinaloa – Un estremecedor hallazgo sorprendió a feligreses de la iglesia La Lomita, uno de los templos más emblemáticos de la capital sinaloense, cuando un automóvil con tres cuerpos en su interior fue abandonado en el estacionamiento mientras se oficiaba una misa.
El vehículo fue dejado con las puertas y la cajuela abiertas, revelando tres bolsas negras en cuyo interior se hallaban los cadáveres, de los cuales sólo eran visibles algunas extremidades. Lo más inquietante: todo esto ocurrió mientras la misa transcurría con aparente normalidad, sin que la ceremonia fuera interrumpida.
Una vez concluida la celebración religiosa, los asistentes —entre ellos varios menores— fueron desalojados por una puerta lateral, muchos sin saber lo que ocurría. Algunos padres optaron por cubrir los ojos de sus hijos para evitar que observaran la escena macabra.
Solo permanecieron dentro del templo las personas que habían dejado su vehículo en el estacionamiento, a quienes se les pidió esperar mientras las autoridades realizaban las diligencias correspondientes.
Una grúa ingresó al lugar y se llevó el automóvil completo, sin retirar los cuerpos, que fueron trasladados directamente al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para su análisis. Junto a los cadáveres se encontró una cartulina con un mensaje intimidatorio, que presuntamente vincula a las víctimas con otros asesinatos, aunque su contenido no ha sido revelado en su totalidad.
Hasta el momento, la identidad de las víctimas continúa siendo desconocida, y se espera que en las próximas horas las autoridades emitan un informe oficial. El caso ha causado consternación en la comunidad, no sólo por la violencia del hecho, sino por el lugar y momento en que fue expuesto: un templo dedicado a la Virgen de Guadalupe, símbolo de paz y fe para miles de personas en la región.
Este trágico episodio pone de nuevo en el centro del debate la situación de seguridad en Sinaloa, donde los crímenes de alto impacto siguen sembrando miedo entre la población.
