Córdoba.- La instalación de la empresa transnacional Home Depot en Córdoba parecía una decisión sensata para la inversión, quienes confiaron en ella olvidaron que su fin no es apoyar la economía local, sino hacerla vulnerable.
La telaraña política que teje es de dominación eficaz y sutil para aprovechar al máximo, la oportunidad de crecimiento para su conveniencia.
Ante ello, empresarios locales han manifestado su desacuerdo con la política económica de Portilla -el alcahuete de Lavín- al recordarle que la recuperación económica de Córdoba no se ve por ningún lado.
Hoy una vez más, queda demostrado que es una empresa con capitales golondrinos. Todas sus ganancias se van a otros lugares.