Este sábado, un trágico tiroteo en el norte de Francia dejó cinco muertos, cuatro de ellos cerca de un campamento de inmigrantes en Dunkerque y el quinto en una localidad cercana. Las autoridades han confirmado que una persona se entregó a la comisaría de Ghyvelde, afirmando ser el autor del ataque. Las motivaciones detrás de este acto de violencia aún se desconocen, y la Fiscalía ha abierto una investigación para esclarecer los hechos.
Según los primeros reportes, las víctimas incluyen a dos inmigrantes y dos agentes de seguridad que fueron abatidos en Loon-Plage, cerca del campo de refugiados de Mardyck. La quinta víctima, un hombre de unos 30 años, fue ejecutado en la localidad de Wormhout, por el presunto tirador.
Loon-Plage, una pequeña localidad cerca de Dunkerque, ha sido uno de los puntos más concurridos por inmigrantes y solicitantes de asilo que intentan cruzar clandestinamente al Reino Unido a través del peligroso Canal de la Mancha, una travesía que ha costado la vida a muchos.
La tragedia ha conmocionado a la región y ha puesto de relieve la creciente tensión entre la seguridad pública y la crisis migratoria en el norte de Francia. Las autoridades continúan investigando el tiroteo mientras buscan más detalles sobre el posible móvil del ataque.