
Este lunes, las autoridades mexicanas llevaron a cabo una de las incautaciones más grandes de combustible ilegal en la historia del país. Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, anunció la retención de un buque cisterna con una carga de 10 millones de litros de diésel en el puerto de Tampico, Tamaulipas.
El operativo, resultado de una investigación exhaustiva y de la coordinación del Gabinete de Seguridad, también permitió el decomiso de 192 contenedores, un buque adicional, 29 tractocamiones, tres camionetas tipo pick-up, armamento, equipos de cómputo y otros materiales vinculados a la operación ilegal de hidrocarburos.
El buque Challenge Procyon y su trayectoria
La embarcación asegurada, identificada como “Challenge Procyon” con el IMO 9527403, es un petrolero de bandera de Singapur con una eslora total de 181,054 metros y una manga de 32,3 metros. Según información de Marine Traffic, el buque navegaba en el Golfo de México y llegó al puerto de Tampico el 19 de marzo, procedente de Beaumont, Texas. Su estado de navegación actualmente se encuentra marcado como “amarrado”.
Golpe al robo de combustible en México
El aseguramiento del “Challenge Procyon” representa un golpe significativo contra el robo de combustible, una práctica ilícita que ha afectado la economía y la seguridad del país. Las investigaciones revelaron que el buque había declarado transportar aditivos para aceites lubricantes, pero las inspecciones determinaron que en realidad contenía combustible de procedencia dudosa.
Las autoridades han enfatizado que este decomiso es parte de una estrategia más amplia para combatir el robo de hidrocarburos, un delito que genera pérdidas millonarias para el Estado y fomenta redes de corrupción vinculadas al crimen organizado.
Se espera que las investigaciones continúen para identificar y procesar a los responsables de esta operación ilícita, mientras que el gobierno reafirma su compromiso en la lucha contra el tráfico ilegal de combustible en México.
