Tezonapa.- Los acuerdos pactados en materia del azúcar entre los gobiernos de México y Estados Unidos son calificados por la CNPR como “un mal arreglo, sin decir que le huyeron a un buen pleito”, expresó el presidente de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar CNPR, Carlos Blackaller Ayala.
En su visita a Tezonapa al Primer Informe de labores del comité de la CNPR del ingenio Central Motzorongo, que preside Adanery Medina Guerrero, explicó que hay una competencia desleal entre el azúcar y la fructosa, debido a que esta última desplaza un 30 por ciento el producto nacional, por lo que México debe exportar al mercado mundial donde el dulce tiene un precio menor.
Los nuevos acuerdos del Tratado de Libre Comercio (TLC), señaló el dirigente de la CNPR: “Representan grandes retos en el aspecto comercial, pero falta ver qué efectos tendrán los acuerdos de suspensión que creemos son lesivos. Pero debido a que ya están tomados, debemos trabajar con ellos y seguiremos exigiendo que se apliquen acciones contra las importaciones con dumping, con las que ingresa la fructosa, misma que desplaza la producción nacional”.
La lucha de las organizaciones para que la fructosa tenga un impuesto por competencia desleal continúa, incluso lo han demostrado ante la Secretaría de Economía, la que lo ha reconocido, “los mecanismos legales hacen tortuoso el camino”.
Por ello, considera que estos acuerdos son “un mal arreglo, sin decir que le huyeron a un buen pleito. No haber aceptado y haber puesto un impuesto a la fructosa, aunque se hubiera generado un ambiente de conflicto hubiera quedado mejor”.
En el corto plazo esperan se obtenga estabilidad, pero los resultados del acuerdo serán a mediano plazo, no en este momento. Temen que crezca el mercado de la fructosa, además de que se hará a un precio menor, pues Estados Unidos demanda azúcar en crudo.
Según los acuerdos de exportación, México enviará un millón de toneladas de azúcar al mercado norteamericano, así como 300 mil toneladas a la industria transformadora y de 140 a 200 mil al mercado mundial, donde hay un precio menor.
Para salvaguardar la industria mexicana “los consumidores nacionales deben ser más exigentes y consumir productos endulzados con azúcar, más porque la fructosa es negativa para la salud”.
Por otra parte, el miembro de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera (Cniaa), Manuel Enríquez Poy, indicó: “Ni con el pétalo de una rosa el Gobierno de México ha querido tocar la fructosa”.
“Aún no podemos hablar de pérdidas, pero con estos acuerdos México pierde oportunidad de ingresar a un mercado de mayor precio, si se exporta azúcar estándar o crudo, el precio es de 23 centavos de dólar la libra, cuando por refinado el precio es de 28, es decir, se reducen cinco centavos entre uno y otro producto”.
El problema, aseguró Enríquez Poy, no es ganar o perder, sino que en México se reduce la refinería para que Estados Unidos refine y la ingresen al mercado a 32 centavos de dólar, teniendo la industria nacional menor oportunidad, debido a que exportará más dulce crudo que refinado.
“No se puede hablar de un quebranto económico, pero la industria de la fructosa no se toca ni con el pétalo de una rosa, la única ventaja que tuvo México es que subieron ligeramente los precios de venta a EU”, expresó Enríquez Poy.
Sin embargo, el Gobierno no ha querido tocar la fructosa y la pregunta obligada es ¿por qué? Si desplaza más de 1.5 millones de toneladas de azúcar: “Nos dicen que verán el tema después, aun cuando se ha demostrado la competencia desleal del ingreso libre de este producto a nuestro País”, indicó el empresario.